Mi amadísima hija, el plan por el falso profeta para engañar
al clero del mundo ha comenzado.
Bajo la apariencia de una renovación y regeneración de
la Iglesia Católica, todo el clero, dentro de esta Iglesia, será enviado
a retiros para animarlos a aceptar el nuevo apostolado. Estos se
generalizarán y a muchos se les dirá que el objetivo es unir a todos en
el mundo, en nombre de la justicia. Esta nueva misión, se les dirá,
acogerá a los pobres del mundo y se esforzará por propiciar la
unidad. Se les pedirá que prometan su lealtad, a través de un nuevo
juramento, a permanecer fieles a la Iglesia. No se les pedirá que pongan
su fe en Mí o Mi Santa Palabra. En cambio, jurarán lealtad a los nuevos
líderes auto-proclamados quienes se han apoderado de la Silla de Pedro.
No se equivoquen que aquellos quienes han sido
conferidos con el Don del Orden Sacerdotal se les pedirá que participen
en una falsedad, donde Yo, Jesucristo, no estaré al frente, aunque
parecerá ser el caso. El dinero será una fuerza impulsora y una nueva
organización financiera será establecida para controlar la búsqueda de
fondos para asegurar que los pobres del mundo se beneficien.
Cuando alteren su Orden Sacerdotal, de cualquier
manera, y luego comprometan su vida a alguien que rompe todos los lazos
Conmigo, ya no serán aptos para servirme. Todo se verá ser hecho simple a
los Ojos de Dios. El plan será convencer a aquellos siervos sagrados Míos
de participar, voluntariamente, en la abominación, la cual vinculará a la
sociedad y a un mundo secular con la Iglesia, la cual fue establecida por
Mí, Jesucristo.
Así es como seré insultado. Cada esfuerzo por acoger
el secularismo será aplaudido por los no creyentes y esto será visto ser
una buena cosa, para la nueva, la así llamada sociedad moderna de hoy.
Pronto parecerá extraño a los cristianos cuando vean a
los miembros del mundo secular acoger la Iglesia Católica, tan
entusiastamente. Pero muchos no le darán importancia a sus dudas y
descartarán sus preocupaciones, ya que se tragarán el gran engaño. En el
meollo de este plan para revolucionar la Iglesia yace un odio por Mí y
por todo lo que le di a Mi Iglesia. Ustedes deben cuestionar todo en los
días por venir. Exijan respuestas cuando cambien Mis Enseñanzas y las
tuerzan para adaptarse a los paganos. A ningún discípulo, nombrado por
Mí, jamás se le daría la autoridad para hacer esto, porque equivale a la
blasfemia.
Ay de aquellos quienes permitan que Mi Santa Palabra
sea manipulada y permitan que se deje a un lado para mostrar respeto a
favor de aquellos que Me niegan.
Su Jesús
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