Hijos míos en todas partes – deben escucharme a mí, su
querida madre, en este momento de dolor. Acudo especialmente a aquellos de
ustedes quienes tienen una gran devoción a mí, la Madre de Dios, mientras los
consuelo en este tiempo de gran apostasía. Deben aceptar esta Intervención del
Cielo con buena disposición y estar agradecidos que debido al gran Amor de mi
amado Padre, es que se les ha sido dado este gran Don.
Cuando crean que la grave ola de paganismo, la cual pronto
envolverá a la Iglesia de mi Hijo, por todo el mundo, está más allá de su
resistencia, entonces deben solicitar mi intercesión. Pase lo que pase, cuando
permanecen fieles a mi Hijo, aunque se hará todo intento para distraerlos, todo
estará bien. Nunca sientan que no hay esperanza, ya que la gran Gloria de
mi Hijo y la Voluntad de Dios serán pronto reveladas.
No importa cuántos en la Iglesia sean conducidos a un grave
error, la Palabra de Dios se extenderá como fuego incontrolado. Los dos
testigos de la Palabra de Dios – la verdadera Iglesia cristiana y la Casa de
Israel resistirán la prueba del tiempo. Fuego se derramará de sus bocas en la
forma del Espíritu Santo.
Con el tiempo, después de que la abominación de la
desolación haya sido revelada, aquellos leales a la Verdad se levantarán y suyo
será el Reino de Cristo. Las mentiras siempre serán descubiertas, aunque al principio, aquellos de ustedes que han sido llenados con el Don
del Espíritu Santo sufrirán tanto cuando presencien la terrible profanación en
las Iglesias de mi Hijo. La Verdad será vista y todos aquellos quienes fueron
engañados al principio, eventualmente, comprenderán la maldad, la cual habrá
sido establecida ante ustedes.
Solo deben confiar en mi Hijo durante esta jornada tortuosa,
donde serán tratados como un criminal por insistir en mantenerse fieles a la
Palabra de Dios. Por favor recuerden la propia jornada de mi Hijo al
Calvario. Acepten esta cruz, con amor y dignidad, ya que ustedes son
grandemente gratos a mi Hijo cuando llevan Su carga. A través de su sacrificio
y sufrimiento, Él redimirá a las más indignas de las almas y entonces podrá unir
a todos los hijos de Dios.
Su amada Madre