Martes 30 de julio de 2013 a las 20:06 hrs.
Mi amadísima hija, cuán dulces son las voces de aquellos que
me aman y me consuelan en este tiempo de gran dolor. Ustedes, Mis amados
seguidores, quienes nunca me abandonarán, son como la miel, dulce en Mi Boca,
reconfortando Mi Cuerpo y levantando Mi Espíritu.
Muchos seguirán las falsedades, porque tendrán miedo de
ponerse de pie y desafiantemente defender la Palabra de Dios. Al
principio, ellos estarán confundidos por las nuevas prácticas, los nuevos
símbolos, las nuevas prendas, los nuevos formatos para los altares y las nuevas
cruces. Luego aceptarán todas estas nuevas cosas, como signos de los tiempos.
Este nuevo, moderno, *dizque acercamiento unificado para honrar a Dios, será
entonces entusiasmadamente acogido por aquellas pobres almas. Pero
aquellos que son Míos permanecerán fieles a Mi Palabra, por todas las épocas.
Ellos son la columna vertebral de Mi Iglesia en la Tierra y nunca se quebrarán.
Mi deseo es que ustedes, Mis leales cristianos – de todas
las denominaciones – se unan para combatir a los demonios, los cuales han sido
desatados del Infierno y que deambulan entre ustedes. Nunca se disculpen por
amarme. Nunca acepten una cruz, la cual no se parece a la Cruz sobre la cual
fui crucificado. Cuando falte, o no sea mencionado, entonces sabrán que la
infestación se propaga a lo largo de estas Iglesias, la cual ha sido planeada
por Mis enemigos. Si ustedes sí aceptan sus ritos y símbolos satánicos, se
dejarán a sí mismos expuestos al mal.
Permanezcan fieles a Mí. Mantengan sus oraciones diarias sencillas.
Mantengan Agua Bendita y Mi Cruz en sus casas. Protéjanse los unos a otros.
Permanezcan obedientes a aquellos sagrados siervos Míos, quienes permanecerán
vehementemente leales a Mí y quienes rehúsan traicionarme. Luego pasen el resto
de su tiempo orando por las almas de los ateos, aquellos quienes creen en
dioses paganos y aquellos quienes ciegamente seguirán a los enemigos de Mi
Iglesia hacia el desierto.
Permanezcan en estrecha unión Conmigo e invóquenme todos los
días por fortaleza. Estaré a su lado durante esas amargas pruebas venideras y
nunca abandonaré a aquellos quienes me buscan.
Su Jesús