Viernes 9 de agosto de 2013 a las 18:38 hrs.
Mi niña, cada esfuerzo se hará por el maligno para animar a
todas las almas, incluyendo a aquellas quienes están más cercanas al Corazón de
mi Hijo, para rechazar y negar Su Segunda Venida.
De la misma manera como el espíritu del mal luchó contra mí,
la Madre de Dios, en el tiempo que precedió al nacimiento de Jesús, la misma
oposición será presenciada conforme Su Segunda Venida se acerca.
Muchas personas están ciegas a la Promesa hecha por mi Hijo,
cuando dijo que vendría otra vez. Muchos, quienes no aceptan que Su Segunda
Venida ocurrirá pronto, no están preparados porque no pueden aceptar que se
llevará a cabo en su tiempo de vida. Considerando que, en los días poco después
de la muerte de mi hijo en la Cruz, Sus apóstoles pensaron que presenciarían Su
Segunda Venida. Esta creencia fue también prevalente en las mentes de los
cristianos muchos cientos de años más tarde. Pero este no es el caso hoy.
Algunos creen que la Segunda Venida se refiere a una vieja parte de la Sagrada
Escritura y que es un evento el cual forma parte del futuro. No creen que la
Segunda Venida tenga alguna relevancia para ellos en el mundo moderno de hoy. Todo
en el mundo de hoy se basa en el materialismo, la inteligencia humana moderna y
las grandes maravillas que brotan de los grandes avances en la ciencia.
Hijos, deben prepararse. No deben estar asustados. Es
debido a que son muy amados por mi Hijo que Él regresa pronto para traerles una
gran paz, una gran libertad de tristeza y desesperanza – la cual es causada
directamente como resultado del pecado en el mundo.
La Segunda Venida de Cristo es lo que la humanidad necesita
para sobrevivir. Si Jesús no viene pronto, como predicho, entonces el mundo
sería destruido y el hombre sería abandonado. Este don les traerá una
nueva vida, un nuevo comienzo maravilloso y glorioso en el Nuevo Paraíso. Será
la mayor renovación de la Tierra y con ella vendrá la Vida Eterna. Qué hombre
podría jamás rechazar esta nueva existencia perfecta. Nadie, si le es dado el
conocimiento completo de esta Nueva Era de Paz, donde el Paraíso será
restaurado, volvería su espalda. Ni un solo pecador querría ser excluido, pero
tristemente las mentes de muchos estarán cegadas a la Verdad. En cambio, ellos
creerán que la paz será suya cuando se traguen las mentiras, las cuales pronto
les serán presentadas, en la creencia equivocada de que vienen de Dios.
Oren, oren, hijos, que sean bendecidos con el don de la
visión, dada a aquellos de ustedes quienes son dignos de ser otorgados el Don
del Espíritu Santo. Solo aquellos quienes aceptan la Mano de Misericordia, de
la Mano de Dios, serán llevados a una vida de eternidad.
Su amada Madre
Madre de la Salvación