Martes 23 de julio de 2013 a las 15:30 hrs.
Mi amadísima hija, las pruebas que tendrás que enfrentar son
porque Yo revelo los secretos contenidos dentro del Libro del Apocalipsis y no
serán agradables. La Verdad puede tan triste y perturbador para muchos. La
Verdad causará lágrimas de consternación, lágrimas de tristeza y gran
aflicción.
Las mentiras, por otra parte, pueden tranquilizarlos con un
sentido de falsa seguridad. Incluso cuando las mentiras, presentadas a ustedes,
vienen vestidas de lenguaje amoroso y gestos nobles, no se sienten bien en su
corazón, ellas son más fáciles para el hombre de aceptar que la Verdad.
Cuando a alguien se le dice que han sido infectado con una
enfermedad terminal, tienen dos opciones. Pueden aceptar la Verdad, preparar
sus almas, pasar tiempo en cercana proximidad con sus familias, buscar Mi
Perdón y luego, esperar por el día. Cuando lo hacen, aunque puede ser
atemorizante, ellos, porque han aceptado la Verdad, encontrarán verdadera paz
en sus almas. Estas almas no tendrán nada que temer de Mí. Si, por otro lado,
ellos rechazan la Verdad, y creen en pociones mágicas y en dioses falsos, los
cuales piensan que pueden ser utilizados para curarlos milagrosamente, estarán
muy decepcionados. Estas almas, enceguecidas por los así llamados pensamientos
positivos, creen que si ellos se desean estar mejor, todo estará bien. Lo que
fallan en entender es que deben llamarme a Mí, Jesús, si desean ser sanados. Yo
responderé las oraciones, pero solo si la petición es para el bien de sus
almas. Estas almas, que rehúsan aceptar la Verdad de su enfermedad y que no se
vuelven a Mí, estarán perdidas. Habrán desperdiciado el tiempo que se les
concede a ellos en la Tierra, para asegurarse de que su casa esté en orden.
Lo mismo es verdad de Mi Palabra, la Verdad, dada a ustedes,
ahora. Yo le di al mundo la Verdad, durante Mi Tiempo en la Tierra y fui
rechazado. Muchos me siguieron, pero la Verdad, dada a ellos en ese momento,
ahora será desafiada por los enemigos de Dios y ellos caerán víctimas de
engaño. Pronto rechazarán la Verdad y no serán capaces de aceptar Mi Aviso, dado
al mundo en este momento.
Recurro a ustedes, no para revelarles nuevas Enseñanzas,
porque esto no es necesario. A ustedes se les dio la Verdad, pero ahora, Yo
intervengo para recordarles la Verdad. Yo también vengo para advertirles de las
malignas atrocidades, que serán infligidas sobre ustedes debido a su amor por
Mí.
No me vuelvan sus espaldas a Mí, Jesucristo, conforme Yo los
estoy alcanzando solo para protegerlos en este momento. No los quiero
distanciar, pero me mantendré recordándoles la Verdad, una y otra vez. Cuando
encuentren que su alma se agita, como resultado de las nuevas reglas que serán
presentadas por aquellos que dicen que son Míos, entonces deben llamarme a
través de esta Cruzada de Oración.
Cruzada de Oración (116) Sálvame de la maldad de las
mentiras:
Querido Jesús, ayúdame
Me estoy ahogando en lágrimas de dolor.
Mi corazón está confundido.
No sé en quién puedo confiar.
Por favor lléname con Tu Santo Espíritu, para que yo pueda
escoger el sendero correcto a Tu Reino.
Ayúdame, querido Jesús, a siempre permanecer fiel a Tu Palabra,
dada al mundo por Pedro y nunca desviarme de lo que Tu nos enseñaste o negar Tu
muerte en la Cruz.
Jesús, Tu eres el Camino.
Muéstrame el Camino.
Abrázame y llévame en Tu jornada de Gran Misericordia. Amén.
Su Jesús