Miércoles 3 de julio de 2013 a las 23:15 hrs.
Mi amadísima hija, las guerras y los disturbios, como
predicho, se extienden como incendios forestales en toda la Tierra. Muy pocas
partes del mundo no serán afectadas por las guerras y los rumores de discordia.
Conforme la amargura divide a las naciones, la desconfianza
y el temor continuarán causando disturbios civiles, leyes poco cristianas
continuarán aumentando, para que el asesinato y el aborto, así como actos en
contra de los Santos Sacramentos, sean aprobados en sus países. Muchos serán
conducidos al pecado, debido a tales leyes, y muy pronto el dolor de la
oscuridad del alma estará presente y pocos serán capaces de ignorar esto.
¿Por qué, preguntarán, hay un ambiente tan extraño, donde la
confianza mutua ha desaparecido? ¿Por qué es difícil exteriorizar nuestras
vidas como preceptuado por Cristo, por temor a ser etiquetado como un tonto? La
respuesta reside en el hecho de que sus países, uno por uno, no solo me han
condenado, de nuevo, sino que declaran el pecado ser legal. Cuando esto sucede,
Satanás y su ejército se vuelven locos.
Se han vuelto muy poderosos y a través de todas las leyes
liberales, las cuales consienten el pecado, se vuelven verdaderamente aceptados
y entonces no habrá paz en los corazones del hombre, como resultado. Será como si
los niños, robados de sus padres y hechos prisioneros, se les alimentan
exquisiteces para compensar el hecho de que están en cautiverio. Ya que todos
los placeres que se les ofrecen, no traerán consuelo. En cambio, estos niños se
sentirán inquietos, vacíos y anhelarán sentir amor verdadero, el cual solo
puede ser ocasionado por la presencia de los padres.
La Presencia de Dios está todavía allí en sus naciones, pero
como Yo, el Hijo del Hombre, estoy siendo rápidamente descartado, a través de
la introducción de leyes malignas en sus tierras y pronto a través de sus
iglesias, serán como huérfanos callejeros sin ningún lugar donde recostar sus
cabezas.
Sin Dios, no hay paz. Sin Mí, Jesucristo, Presente a través
de Mis Enseñanzas, están siendo lentamente matados de hambre. No permitan
que tales leyes detengan su devoción a Mí, ya que en este momento más que
cualquier otro momento, vendré a ustedes y les daré el consuelo que anhelan.
Los amo. Lloro por su desolación y prometo que esta
persecución será de breve duración.
Su Jesús