Viernes 29 de marzo de 2013 a las 08:45
hrs.
Segundo Mensaje para el Viernes Santo
Mi amadísima hija, se hará historia hoy.
Así como Mi Pasión está siendo conmemorada, en Verdad, representará la
Crucifixión de la Iglesia Católica.
En los días previos a Mi traición en Mi
tiempo en la tierra, los sacerdotes de la época lucharon de todas las maneras
posibles para tratar de demostrar que Yo era culpable de herejía.
Ellos miraron lo que había enseñado – la
Palabra de Dios – y lo distorsionaron. Los rumores que ellos esparcieron
contenían mentiras y dijeron que Yo estaba tratando de apartar a la gente de
las Verdaderas Enseñanzas de la Iglesia. Ellos predicaron en los templos para
advertir a la gente que se mantuvieran lejos de Mí, para que no ofendieran a
los sumos sacerdotes. Ellos fueron advertidos que si continuaban difundiendo
Mis Mensajes serían desterrados del templo santo, como leprosos. En algunos
casos, a Mis discípulos se les dijo que iban a sufrir castigos físicos y que serían
arrestados.
Mientras blasfemaban contra el Espíritu
Santo –ellos negaban que Yo hablaba la Verdad y decían que Mi Palabra era de
Satanás– ellos continuaban alabando a Dios en los templos. Vestidos en
vestimentas de reyes, lucharon por su lugar en el altar en el templo. Todos los
humildes siervos fueron hechos estar de pie por horas, mientras ellos se
sentaban en sillas, las cuales fueron diseñadas para reyes. El altar
estaba tan lleno de líderes de la Iglesia que la gente ordinaria estaba
confundida. Ellos estaban obligados a rendir homenaje a Dios al ser forzados a
honrar a los siervos de Dios del rango más alto. Los sumos sacerdotes,
demandaban respeto de aquellos que asistían al templo. Ellos mostraban
todos los signos externos del amor y humildad, que se esperaba de ellos, y, sin
embargo, se vestían y se comportaban como amos en la Casa de Mi Padre, en lugar
de los siervos que estaban destinados a ser.
La gente tenía miedo de ofender a los
Fariseos cuando me estaban siguiendo. Los sacerdotes fueron amedrentados y
advertidos que, al menos que pararan de difundir Mi Palabra, serian despojados
de sus títulos. La gente ordinaria
sabía que si ellos eran atrapados difundiendo Mis Enseñanzas su propia suerte
sería mucho peor.
La Crucifixión de Mi
Cuerpo en la tierra completó la primera parte de la Alianza con Mi Padre para
salvar a la humanidad.
La Crucifixión de Mi
Cuerpo Místico –La Iglesia en la Tierra– comienza hoy, el comienzo de la
persecución final, ya que el plan masónico para profanar Mi Casa, ahora estará
claro para todos los que conocen la Verdad.
La historia ahora se
repite, pero la Verdad no será negada. Aquellos que me negarán, sin embargo,
con el tiempo se volverán a Mí.
Aquellos que conocen que
las profecías predichas –en donde Mi Iglesia será el blanco final para desligar
del mundo todo rastro de Mi, Jesucristo– están ahora tomando lugar, me
seguirán en Mi ejército Remanente. Ellos seguirán
siendo fieles a Mis Enseñanzas hasta el fin del tiempo
Nadie puede detener la difusión de la
Verdadera Palabra de Dios. Nadie. El reinado en la Casa de Pedro será corto y
pronto Mi amado Papa Benedicto guiará a los hijos de Dios desde su lugar de
exilio. Pedro, Mi apóstol, el fundador de Mi Iglesia en la tierra, lo guiará en
los últimos días difíciles, mientras Mi Iglesia lucha por su Vida.
Vuestro Jesús