Mi amadísima hija, para cuando llegue el
Viernes Santo muchas almas comenzarán a darse cuenta de que Mi Aviso a la
humanidad está sobre el mundo.
Apenas sea presenciada la abominación, la
Verdad de estos Mensajes será verdaderamente entendida.
Reunid a vuestra gente, uníos en oración,
ya que una oscura nube cubrirá la tierra. Los castigos serán infligidos a la
humanidad conforme se sumerge en un abismo de indiferencia y apatía, a la
Palabra de Dios.
Aquellos que han dado la espalda a los
Dones dados a la humanidad, por Mi muerte en la Cruz, serán despertados y verán
cuán grotescas sus almas aparecen ante Mis Ojos. Pronto verán que se les
ha dado solo un corto tiempo en el cual se arrepientan. Porque Mi paciencia es grande,
pero Mi tristeza es profunda. Son tan amargos sus corazones, que no solo me
rechazan a Mí, su amado Jesús, sino que se niegan ellos mismos los Dones, que
les hago libremente disponibles.
Cómo han sido engañados en creer en sus
propias falsas ilusiones que el mundo es suyo para vivir, de cualquier forma
que elijan, sin ninguna preocupación que los haga ir más despacio, en su
búsqueda de satisfacción. Este mundo ya no será suyo para quien lo quiera,
porque es solo un estado temporal. Pronto se encontrarán a sí mismos en un
nuevo estado y, para muchos de ellos, no será en Mi Nuevo Paraíso.
Mi intervención está a la mano y Mi Plan
para salvar al mundo pronto se hará completamente conocido. El orgullo es
vuestro mayor enemigo y es la falta más grande de Satanás. Cuando alguien
denuncia a otro; regaña a otro y señala con el dedo de acusación contra otro en
Mi Nombre, han caído víctimas del pecado de Satanás.
Va a ser el pecado de orgullo, el que será
la caída de la humanidad, y que sumergirá muchas almas en las llamas del
Infierno.
No caigáis víctimas a esta maldición del
maligno y permaneced en silencio si no estáis de acuerdo con otro que grita en
voz alta contra Mí, con mentiras vertiendo de sus bocas, incluso si vosotros
sabéis que no hablan la Verdad. Hay que bajar los ojos y simplemente proclamar
Mi Palabra.
Defendedme solo al declarar al mundo lo que
sabéis de Mi Plan para salvar almas. Y aun cuando aquellas almas, que creen que
su conocimiento de Mí les da el derecho a amonestar a otros y exigir respuestas
de vosotros, vosotros no debéis nunca defenderme a través de argumentos.
Muchos eventos en el mundo impactarán a la
mayoría de la humanidad, dentro de poco. Incluso las personas más
desinteresadas, que viven sus vidas en un vacío de ambición mundana, con poco
tiempo para asuntos espirituales, comenzarán a darse cuenta de que hay mucho
cambio. Ellos sabrán que estos cambios están más allá de su comprensión y esto
resultará en que estén más abiertos a la Palabra de Dios.
Vuestro Jesús