Domingo 23 de junio de 2013 a las 18:18 hrs.
Mi amadísima hija, ¿cómo reaccionaría un padre si supiera
que sus hijos encaran la muerte? ¿No lucharían hasta los huesos para salvarlos
de todo daño? Esto es precisamente el por qué ahora intervengo en el mundo al
ordenar a Mi Hijo que diga la Verdad, a fin de salvar las vidas de Mis hijos.
Son las pequeñas cosas en la vida, las cuales tienen un
impacto en una escala global. Una abeja cuyo comportamiento cambia y en donde
el polen no puede ser creado, tendrá un efecto directo en la vida que existe en
la Tierra. Es a través de la Iglesia de Mi Hijo en la Tierra que la vida del
alma puede ser mantenida. Sin la Verdad, la Iglesia de Mi Hijo no puede
sustentar la vida. Así, si las mentiras se infiltran dentro de las paredes de
la Iglesia, sin Mi interferencia, entonces esto impactará en la vida del alma.
Será cuando la Iglesia se vuelva en contra de Él, Quien la
creó, que la vida será destruida. Esta infestación tendrá un impacto directo en
todo el mundo, incluyendo aquellos quienes no creen en la vida del
más allá. Afectará incluso a aquellos en otras religiones, las cuales no
vienen de Mí. Cuando las mentiras infesten el Cuerpo Místico de Mi Hijo,
Jesucristo, en la Tierra, causarán enfermedades. La enfermedad, si no se
afronta, conducirá a la muerte. Por lo tanto, como Dios, el Padre de toda la
Creación, no me apartaré y permitiré a Mis enemigos destruir las almas de Mis
hijos.
Cuando tengan que enfrentarse con mentiras, ellas vendrán
saliendo disparadas de las bocas de engañadores en un confuso revoltijo de
tonterías. Las mentiras, las cuales ya han comenzado, están insinuadas en un
lenguaje como humilde, pero disfrazan la mayor mentira contra la Verdadera
doctrina de la Iglesia. Conózcanlas por lo que son – enviadas a
engatusarlos a cometer pecado. Cuando Mi Hijo sea considerado ser un pecador,
sepan que esta es la mayor blasfemia, ya que esto es imposible.
Envié a Mi Hijo, como un hombre en la carne y como todos
ustedes, con una excepción. Él nació sin pecado, y por lo tanto, fue incapaz de
ello. Cualquiera quien usa la Verdad y luego la tuerce, con el fin de
introducir un nuevo significado a la Crucifixión de Mi amado Hijo, es un
mentiroso. No viene de Mí y es un enemigo de Mi Hijo.
Observen ahora, Mis hijitos, conforme la bestia y los demonios
que él ha enviado a llevárselos de Mí, deambulan entre ustedes. Deben ser
fuertes. Deben siempre saber que Mi Hijo les dio la Verdad cuando caminó en la
Tierra y cuando murió por sus pecados. Él sacrificó Su Cuerpo para
redimirlos, pero Él nunca se convirtió en un pecador, porque Él no es uno de
ustedes.
Deben permanecer fieles a Mi Palabra y las Enseñanzas de Mi
Hijo. Si no lo hacen, entonces estarán tentados a aceptar las mentiras, las
cuales les traerán nada más que sufrimiento eterno.
Su amado Padre
Dios Altísimo