Miércoles 19 de junio de 2013 a las 03:00 hrs.
Mi amadísima hija, Mi deseo de formar el núcleo de Mi
Ejército en la Tierra se está cumpliendo en este momento. De pequeñas
bellotas, serán dispersados y crecerán y esparcirán por todas partes.
Hija Mía, el cimiento es la parte importante. Al
igual que un bebé, que se forma en el vientre, requiere tiempo y atención
cuidadosa a fin de asegurar el bienestar del niño, que recibe el alimento de la
placenta. Crecerá gradualmente, pero perfectamente, hasta que finalmente sea
expulsado del vientre y esté apto para vivir la vida establecida para él por Mi
Padre.
El nacimiento de Mi Ejército Remanente será igual. Tomará
gran preparación antes de que esté apto para ocupar su lugar en el
mundo, pero su cimiento es sólido y las almas, que son los bloques de
construcción, se entretejerán como uno para construir un Ejército formidable. Luego
este Ejército se extenderá y crecerá por todas partes, al mismo tiempo y con
tal fuerza, que será difícil ignorarlo. Aquellos dentro de Mi Ejército
Remanente estarán desprovistos de ego, orgullo o de la necesidad de
depender de la evaluación científica de Mi Palabra, que se les pedirá para
demostrar la Verdad de Dios.
La ciencia es un don de Dios, pero la ciencia no puede
explicar el Misterio de Dios. Así que aquellos que necesitan de la comodidad de
explicaciones lógicas, sobre cómo me comunico a los hijos de Dios en la Tierra,
en este tiempo, se sentirán decepcionados. No hay una respuesta que los
satisfaga.
Uno de los mayores dones dados al hombre es el amor. El amor
no puede ser científicamente explicado o demostrado, ya que viene del Espíritu
de Dios. Está presente en todos vosotros. Lo sentís. Es el vínculo que mantiene
a la humanidad unida, al que el poder del mal no logra debilitar.
Yo Soy Amor. Soy Dios. Son uno y lo mismo. Sin amor, no
podríais tener vida. El amor os unirá, os mantendrá fuertes, os mantendrá
juntos. El amor os ayudará a traerme almas.
Vuestro Jesús