Sábado 30 de marzo 2013 a las 20:40 hrs.
Hijos Míos, la Resurrección de mi amado
Hijo es el Don más importante, ya que significa que la vida eterna se le puede
dar a todos los hijos de Dios.
Al resucitar de entre los muertos, mi Hijo
destruyó la muerte. La muerte ya no tiene poder sobre vosotros, si así lo
deseáis. La vida, que se os ha dado, pronto cambiará, ya que habrá solamente
una Vida en Dios.
Cuando los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra
se fundan solo habrá vida eterna. La muerte del cuerpo, de la mente y del alma
no serán ya más. No debéis temer nunca esta nueva Vida, ya que os liberará.
Mucho amor arrasará la Tierra, pronto, derramado por la Misericordia de mi
Hijo. Esta gran, gran gracia, será el próximo paso tomado por Dios para salvar
a Sus hijos de la muerte del alma. La muerte del cuerpo ya no será más cuando
mi Hijo descienda con la Nueva Jerusalén.
Debéis demostrar gran valor durante estos
tiempos malvados, porque estas pruebas terminarán pronto. Solo enfócaos en la
gran Vida que está esperándoos y rezad para que todas las almas acepten este
Milagroso Don.
Aquellas almas, que rehúsan aceptar la
Verdad de la Vida Eterna, escogerán, en su lugar, la condenación eterna. Hay
solo dos opciones y sin embargo muchas de estas almas creen que hay una
tercera. Aquellos que siguen las sectas, creadas por el poder del maligno,
creen equivocadamente en otra vida mística donde se les dará gran poder. Creen
en ángeles falsos. Idolatrizan ángeles falsos, y tristemente, muchos de estos
existen, pero son ángeles que no son de Dios. Languidecen en cadenas en el
abismo del Infierno y sin embargo se las arreglan para engañar a los hijos de
Dios que creen que son ángeles de la Luz. La única Luz que debéis seguir
es la Luz de Dios - la Verdad.
El Reino, el Nuevo Paraíso, que os espera,
es el prometido a vosotros por Dios, sobre el cual mi Hijo reinará.
Aceptad la Mano de mi Hijo y entraréis al
Paraíso.
Vuestra amada Madre
Madre de Dios
Madre de la Salvación