Mi amadísima hija, debes saber que todos los pecadores,
especialmente aquellos que han hecho cosas terribles, deben venir a Mí. Yo
ansío su atención y quiero traerlos dentro de Mi Corazón, porque los amo. Ellos
serán perdonados inmediatamente si se armaran de valor y me invocaran para
ayudarles a salir de su miseria. Nunca deben temerme, porque Yo Soy
siempre Misericordioso. Ellos están más cerca de Mí que aquellos que profesan
representarme en la Tierra, pero que son hipócritas, así como fueron los
fariseos.
Denme su mano. No importa que acciones hayan cometido,
Yo descenderé sobre ustedes. Mi Oración, dada a ustedes ahora, los traerá
dentro de Mi Corazón y residiré dentro de éste y ustedes serán salvados.
Cruzada de Oración (107) Sálvame del fuego del Infierno
Yo soy un pecador terrible, Jesús.
Por mis acciones, he causado sufrimiento desesperado a
otros.
Soy hecho a un lado como resultado.
Ya no soy más tolerado en la Tierra en ninguna parte.
Rescátame de este desierto y protégeme de las garras del
mal.
Permíteme que me arrepienta.
Acepta mi remordimiento.
Lléname con Tu Fuerza y ayúdame a levantarme de las
profundidades de la desesperación.
Te entrego a Ti, querido Jesús, mi libre albedrío, para que
hagas en mí lo que quieras, para que pueda ser salvado del fuego del Infierno.
Amén.
Ve, hija Mía, en paz, porque Yo nunca abandonaré a aquellos
que me suplican Misericordia.
Tu Jesús