Mi amadísima hija, la Iglesia será abandonada por muchos en
las altas esferas, con muchos adoptando nuevas doctrinas falsas que los
llevarán al reino de la oscuridad.
Aquellos que permanecen leales a Mí, y aquellos que rechazan
la abominación, serán guiados por Pedro el Apóstol, que se sentó en la primera
Sede de Roma. Él guiará a Mi amado Benedicto quien, como predicho, los ayudará
a ver la Verdad. Tendrá que presenciar el horror, pero será apoyado por
aquellos quienes han jurado lealtad a la Única Verdadera Palabra de Dios.
Y así el cisma comenzará. Aquellos que sigan la doctrina
falsa, donde Yo, Jesucristo, no soy venerado, serán hechos trizas por la bestia
y sus demonios. Aquellos inocentes siervos Míos, quienes no han aceptado estos
mensajes hasta ahora, ahora vendrá corriendo a Mí por consuelo. Mis profecías
no mienten y, muy pronto, muchas de estas pobres almas serán arrojadas de la
Santa Sede. Ellos serán acusados de crímenes contra la Sede de Pedro y serán
públicamente humillados en Mi Santo Nombre.
Les digo esto a ellos. Permanezcan en calma y estén en paz,
porque cuando siguen la Verdad serán salvados. Nunca deben aceptar una doctrina
diluida la cual estará vacía de Mi Autoridad. A aquellos que aceptan mentiras,
en la creencia de que están haciendo su deber, deben entender que tendrán que
enfrentar un camino difícil. Ustedes tienen dos opciones. Permanecer en la Luz
de Dios o darle la espalda a Mis Santos Sacramentos.
Pronto, muchos de ustedes verán claramente lo que les he
advertido. El cisma será feroz y una guerra sobrevendrá entre Verdad y
mentiras. Derribará a la Iglesia Católica, hasta que se asemeje a un montón de
piedras, pero la Única Verdadera Iglesia permanecerá erguida, mientras Mis
siervos fieles edifican Mi Ejército Remanente. Ellos lucharán hasta el amargo
final para defender la Santa Palabra de Dios.
Su Jesús