Oh, mis queridos hijos, cuánto se aflige mi Corazón por el
sufrimiento, que confronta a los sacerdotes dentro la Iglesia Católica, en
breve.
Tantos siervos preciados de mi Hijo, cuyo único deseo es
servir a Dios y llevar a las almas en el sendero correcto hacia la salvación,
van a ser enfrentados con pruebas de tal magnitud que muchos van a alejarse en
miedo. Muchos estarán ciegos a la Verdad y aceptarán grandes cambios en la
Iglesia y le darán la bienvenida a estos, en la creencia equivocada de que son
para el bien de todos. Aquellos que reconocerán el engaño, que será presentado
a los católicos, correrán. Tan temerosos de su destino, dejarán la Iglesia, ya
que serán demasiado débiles para enfrentarse a tanta maldad.
Aquellos sacerdotes que rehusarán aceptar la doctrina falsa
serán acusados de herejía y muchos serán públicamente reprendidos, por fracasar
en obedecer a aquellos a quienes rinden cuentas. Muchos serán excomulgados.
Otros serán martirizados. Luego habrá aquellos que conducirán a la Iglesia – la
Iglesia dada al mundo por mi Hijo – en secreto.
Tendrán que encontrar lugares de refugio, para que puedan
proporcionar las Misas diarias y la Sagrada Eucaristía. Serán guiados por el
Espíritu Santo y serán seguidos por el Ejército Remanente de mi Hijo, quienes
permanecerán vehementemente fieles a Sus
Enseñanzas y a los Sacramentos hasta el último día.
Debéis entender que si tenéis alguna duda acerca de la
validez de esta advertencia, que yo, la amada Madre de Cristo, seré utilizada
para ocultar la verdadera intención de aquellas fuerzas, que han entrado en la
Iglesia de mi Hijo en la Tierra. Seré utilizada como un mascarón de proa de la
Iglesia para distraer a la gente de las verdaderas intenciones de este grupo
malvado. Con el fin de convencer a los hijos de Dios que ellos permanecen
leales a la verdadera Palabra de Dios y las tradiciones de la Iglesia Católica,
ellos crearán ceremonias, de las que dirán que me honran. Utilizarán las profecías de Fátima para
profanar mi imagen, al presentar un gran engaño al mundo. Me utilizarán con el
fin de profanar la Iglesia de mi Hijo y todo lo que harán será al revés, de
acuerdo a las exigencias del maligno.
Al dar la impresión de que honran a la Madre de Dios, muchos
católicos serán guiados a un falso sentimiento de seguridad. Esto significará
que cualquier duda, que de lo contrario tendrían, cuando presencien las
extrañas nuevas enmiendas a la Misa y a los Sacramentos, será olvidada
instantáneamente. Cómo me trae gran dolor esto. Mi imagen será utilizada
deliberadamente para insultar a mi Hijo.
Satanás me desprecia. También me teme. Para herir a mi Hijo,
a través de aquellas almas que influye, hará lo posible por profanar mi imagen
a través de muchos rituales secretos y misas negras. Mi estatua será adornada
con símbolos satánicos y yo seré profanada en muchos lugares por grupos
masónicos que han logrado control.
Orad, orad, orad, hijos, todos los días, por la fortaleza
para enfrentar esta maldad con valentía. No la temáis. Aceptad que el ejército
de Satanás está ahora controlando muchas naciones, en todas partes del mundo.
Cuando aceptéis esto, se os puede entonces dar la fortaleza y determinación que
necesitáis. Cuando pidáis estas gracias, a través de la Cruzada de Oración,
podéis ayudar y ayudaréis a mitigar esta maldad.
Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación