Mi amadísima hija, la subida al Monte Calvario que Mi
Iglesia en la Tierra tiene que padecer ha comenzado, como predicho. Todos
aquellos que hablan en Mi Nombre, quienes me aman y honran Mis Enseñanzas,
ahora tendrán que enfrentar este tortuoso trayecto para defender Mi Santa
Palabra.
La Palabra que está de acuerdo a Dios será hecha pedazos a
medida que el paganismo barre la Tierra. A todos aquellos que me seguís, os
digo caminad con la frente en alto. No renunciéis nunca a la Verdad cuando
aquellos, incluyendo a vuestras familias y amigos, os rueguen que os alejéis de
Mi Santa Palabra, dada a vosotros durante Mi tiempo en la Tierra. No debéis
debilitar vuestra resolución de permanecer leales a Mí. Algunos de vosotros
seréis fuertes durante el paso de la persecución. Otros caeréis. Otros os
daréis por vencidos. Otros decidiréis aceptar las mentiras presentadas como
Doctrina Santa y seréis separados de Mí.
Llevaré sobre Mis Hombros a todos aquellos que confían
completamente en Mí. Concederé protección a todos aquellos que son lo
suficientemente valientes para continuar ofreciendo la Santa Misa en la manera
en que esta tiene que ser llevada a cabo. Yo protegeré los Sacramentos
presentados por aquellos Mis santos siervos sagrados que se rehúsan a ceder o a
dejar Mi Servicio. Aquellos que se comprometen a cuidar de Mi, no tendrán nada
de qué preocuparse. Aquellos a quienes se les ha dado la Verdad toda su vida, y
rechazan Mis Enseñanzas, a favor de las mentiras, serán arrojados lejos de Mí.
Mi Justicia es de temerse, porque el hombre no cree que puede profundizar
dentro del abismo del engaño sin remordimientos en su alma y no sufrir las
consecuencias.
Mi amor será lo suficientemente fuerte para abrazar a los
que estarán confundidos durante estos tiempos. Yo llegaré a todos los hijos de
Dios que me busquen, no importa cuán ennegrecidas estén sus almas. En medio de
la confusión, me daré a conocer al fin, y Mi Espíritu barrerá la Tierra justo
cuando las personas creen que ya no pueden aguantar más.
Recordad que Yo soy el Primero y el Último, nada me puede
vencer, Yo soy Todopoderoso y cuando sintáis que la maldad infligida sobre el
mundo por los enemigos de Dios es abrumadora, sabed que Yo estoy aquí. Permito
este sufrimiento, esta persecución final, porque es el arma definitiva contra
la bestia. Sin ella, él robaría las almas de la mayoría de la población
mundial.
Esta batalla por las almas, impactará a aquellos que
realmente me conocen, porque la maldad que tendréis que atestiguar será vista
en hombres que creéis que son buenos. Satanás no dejará piedra sin mover y
usará cada alma, especialmente aquellos que están cerca de Mí, con el fin de
que ellos le den la espalda a Mis Enseñanzas. Mientras que la batalla rugirá
por un tiempo, Yo, através de esta Misión, salvaré miles de millones a través
de la conversión.
Vuestro Jesús
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