Viernes 8 de noviembre de 2013 a las 12:09 hrs
.
Mis queridos hijos, como preciados pequeños de Dios, nunca
debéis permitir que los desacuerdos se conviertan en odio hacia los demás. El
maligno crea terrible sufrimiento entre vosotros al extenderse su infestación
del mal y especialmente contra los visionarios y profetas elegidos de Dios.
Cuando Dios está presente en una Misión, que está autorizada
por Él en la Tierra, con el fin de salvar almas, Satanás siempre la atacará.
Vosotros conoceréis a los verdaderos profetas de Dios por la persecución y el
odio, que es mostrado hacia ellos. Los conoceréis por el rechazo público a sus
misiones y las acciones malvadas infligidas por otros en contra de ellos.
Cuando una misión, que profesa hablar la Palabra de Dios, es
falsa, no habrá odio mostrado hacia ella, porque Satanás nunca atacará
públicamente a aquellos que él engaña.
Cuando mi Hijo se da a conocer, Él siempre será transgredido, ya que el pecado
del hombre separa al hombre de Dios. Cuando mi hijo caminó en la Tierra, donde
quiera que iba le gritaban. Ellos lo maldijeron y lanzaron piedras contra Él y
todos aquellos que lo siguieron. Y mientras lo declaraban ser un fraude, ellos
adulaban/halagaban a los muchos falsos profetas, que trataron de competir con
Él. Lo mismo pasará mientras Él hace su último trayecto para reunir a todos
aquellos que permanecen en Él y con Él. Él unirá a todos aquellos que viven por
Sus Enseñanzas y que permanecen siervos humildes y verdaderos. Luego, con la
ayuda de Su iglesia remanente, Él luchará hasta el amargo final para salvar
tantas almas como sea posible, incluyendo las almas de todos Sus enemigos y de
todos aquellos que se niegan a aceptarlo.
Si amáis a mi Hijo, no debéis nunca herirlo al odiar a otro.
Mi Hijo os ha dicho que no podéis permanecer en unión con Él cuando hay odio en
vuestro corazón.
Orad, orad, orad, para que todos vosotros que os declaráis a
sí mismos ser cristianos sigáis el ejemplo establecido por mi Hijo.
Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación
Leer más: