Martes 7 de diciembre de 2010 a las 3:15 hrs.
Sí, Mi amada hija, estoy de vuelta. Escribe esto. Tú, hija
Mía, habiéndome vuelto la espalda al negar la verdad, me ayudarás ahora a
conducir a Mi gente de vuelta a la luz, la luz de la Verdad.
A ningún hombre se le negará la oportunidad por Mí de ver la
verdad de Dios. Les será mostrada misericordia por el don de la prueba que se
les dará de que Yo existo. Les será dado este don cuando, durante El Aviso,
finalmente sepan la verdad. Tristemente, no todos se volverán, ni siquiera en
ese momento, a Mí o al Reino Eterno de Mi Padre.
Hija Mía, no me he comunicado contigo durante algunos días.
Esto ha sido deliberado. El tiempo que se te concedió, fue para permitirte
asimilar cuidadosamente el contenido de Mis mensajes.
Sabrás para ahora que estos mensajes provienen de Mí y que
todos ellos tratan de asuntos muy importantes. Creo que ahora puedes discernir
la verdad de Mis enseñanzas entre aquella de tu imaginación. Hija Mía, ahora
puedes ver el dolor y la desesperación que siento cuando presencias, casi a diario,
la frustración que Yo, y Mi Padre Eterno, sentimos ante la actitud de este
triste, vacío e incrédulo mundo.
No solo los incrédulos te causan dolor sino que a través de
los dones y las gracias que te he dado, también ves la confusión que existe
incluso en las mentes de Mis seguidores. Ellos tampoco son convencidos
fácilmente por la verdad cuando se les da como un regalo de amor Mío mediante
Mis profetas.
Qué largo y tortuoso es este camino para Mis hijos cuando se
esfuerzan hacia la Verdad y las promesas que les he dado. Mirando a Mis Hijos
todos los días, en persona, en la calle, en la televisión, en los medios y
entre tus vecinos, los ves ahora a través de Mis ojos. ¿Qué ves? Un total
olvido del mundo espiritual y una falta de propósito auténtico en sus vidas, un
sentido de desesperanza a pesar de los atractivos de los asuntos mundanos.
Mis hijos no se dan cuenta ahora, pero están pasando por una
purificación. Esta purificación, durante la cual están experimentando un agudo
sentido de vacío debido a la falta de bienes materiales, ha sido permitida por
Mí. Sin embargo, todo ha sido causado por la codicia de la humanidad. Al
permitirle a la gente el derecho a su propio libre albedrío, entonces ellos,
los malignos perpetradores del colapso del sistema bancario en todo el mundo,
continuarán con su astuto engaño.
He permitido a Mi gente, las víctimas inocentes, someterse a
esta purificación. Es muy importante que lo hagan porque las dificultades que
soportarán los ayudarán a limpiar sus almas.
Muy pronto, conforme los bienes materiales se vuelvan menos
y más difíciles de conseguir, verán la vida de una manera más profunda. La
simplicidad ayudará a abrir sus ojos a la verdad, la verdad de lo que es
realmente importante. Sin esta purificación, cuando a Mis hijos se les permita
sufrir por el bien de sus almas, no podrán acercarse ni se acercarán más a Mi
corazón.
Desprovistos de los bienes materiales por los que tenían tal
obsesión idólatra en el pasado, regresarán a la Verdad. Con claridad verán el
amor en las almas de cada uno. Así también verán más rápido la maldad en toda
su horrorosa gloria, en aquellos que siguen el engaño de la obsesión por sí
mismos y de la codicia. Verán ahora a estas personas, a los que se les da
credibilidad en los medios de comunicación como siendo aquellos a los que uno
debe contemplar y admirar, de la misma forma en que Yo los veo. Esto es, con
absoluta desesperación y tristeza.
Ve ahora, hija Mía, y entiende tu tarea con los ojos
despejados. Ahora sabes la verdad. Ya no dudas más. Difunde la verdad de la
Salvación lo más pronto posible, para darle a la gente la oportunidad de
redención antes de El Gran Aviso.
Su amado Salvador Jesucristo
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