Jueves 16 de enero de 2014 a las 19:41 hrs.
Mi queridísima bienamada hija, la Verdad divide. Siempre lo
ha hecho. Cuando un hombre dice que conoce la verdad, otro lo negará. Pero
cuando la Verdad viene de la Palabra de Dios, causará la mayor división. Muchos
temen a la Verdad, porque no siempre es placentera, y sin embargo, sin la
Verdad, viviríais en negación. Cuando vivís en negación de la Palabra de Dios,
nunca encontraréis verdadera paz en vuestros corazones.
Cuando conocéis la Verdad, la cual está contenida en el Libro de Mi Padre, entonces vosotros conocéis el Camino del Señor y debéis seguir este camino, hasta vuestro último aliento. No os apartéis de éste. Pero si Mi Palabra es alterada con reescritos y demolida, seguramente que vosotros nunca aceptaréis esto. Eso es bueno. Pero, si nuevas doctrinas, las cuales difieren de Mi Santa Palabra, son introducidas a vosotros, desde el interior bajo los techos de Mis Iglesias, ¿Qué haréis vosotros entonces
Cuando conocéis la Verdad, la cual está contenida en el Libro de Mi Padre, entonces vosotros conocéis el Camino del Señor y debéis seguir este camino, hasta vuestro último aliento. No os apartéis de éste. Pero si Mi Palabra es alterada con reescritos y demolida, seguramente que vosotros nunca aceptaréis esto. Eso es bueno. Pero, si nuevas doctrinas, las cuales difieren de Mi Santa Palabra, son introducidas a vosotros, desde el interior bajo los techos de Mis Iglesias, ¿Qué haréis vosotros entonces
¿Aceptaréis una mentira, en vez de la Verdad? ¿Aceptaréis una doctrina, la cual será profana a Mis Ojos?
La respuesta debe ser no. Nunca debéis negar Mi Palabra –
por nadie. Nadie, incluso si ellos están vestidos con el lino de la élite
dentro de la jerarquía de Mi Iglesia, ni un vagabundo, ni un rey o príncipe –
quienquiera que os pida que aceptéis una nueva doctrina que tiene que ver(que
se relaciona) con Mi Palabra, no viene de Mí.
Mi Iglesia está siendo demolida discretamente desde dentro y
cada parte está siendo desmantelada. A medida que los rangos/filas jerárquicos
son degradados y los leales siervos desechados
– y entonces considerados no ser
útiles ya más – el camino estará esclarecido para que las doctrinas del
Infierno sean pronunciadas.
¡Ay! De los sacerdotes, obispos y cardenales, que osen
defender la Palabra de Dios, porque ellos serán los que más sufran. Mientras
algunos serán excomulgados y acusados de herejía – aunque ellos solo hablarán por
la Verdadera Palabra de Dios – otros serán demasiado débiles. Muchos pobres
consagrados siervos cederán/sucumbirán a la presión de censurar las Leyes de
Dios. Si ellos no están de acuerdo de acoger la doctrina de las mentiras, serán
arrojados a los lobos. Aquellos, cuya fe ya haya sido fragilizada/debilitada, y
quienes aman las cosas mundanas, y quienes tienen una feroz ambición en sus
almas, serán los primeros en la fila/línea para jurar lealtad al nuevo
“juramento”.
Esta nueva y rápida jerarquía creada, se apoderará de Mi
Iglesia. Ellos declararán falsedades en el Nombre de Dios y tomarán con ellos a
muchas almas inocentes de los creyentes. Las congregaciones estarán
inconscientemente ofreciendo un venenoso cáliz lleno con “nada” – sólo pan. La
Santa Eucaristía ya no llenará más sus almas. Ellos, pronto proveerán homilías,
que ridiculizarán la Palabra de Dios en dónde declararán a los derechos humanos
ser la doctrina más importante. Y entonces ellos declararán la mayor herejía:
de que al hombre le será dada Vida Eterna, ya sea que “si”, o que “no”, se
arrepienta de sus pecados. Así es como ellos destrozarán las almas de millones.
A medida que continúen haciendo trizas a Mi Iglesia desde dentro hacia afuera, Mis leales sacerdotes y creyentes seguidores reconstruirán Mi Iglesia, ladrillo por ladrillo. Mi Iglesia, como veis, no puede morir porque Yo no lo permitiré.
A medida que continúen haciendo trizas a Mi Iglesia desde dentro hacia afuera, Mis leales sacerdotes y creyentes seguidores reconstruirán Mi Iglesia, ladrillo por ladrillo. Mi Iglesia, como veis, no puede morir porque Yo no lo permitiré.
Todos los sacerdotes, todos los obispos y todos los cardenales que serán destronados y que permanezcan leales a Mí, nunca abandonarán lo correcto, ni aquellos seguidores Míos quienes hayan sido bendecidos con el Don de la Sabiduría. Luego, mientras el falso conocimiento llenará los corazones de los débiles siervos en Mi Iglesia, el Don del Espíritu Santo no sólo Iluminará las almas de Mi Iglesia Remanente, sino que proveerá la Luz, para todos aquellos cuyos nombres están en el Libro de la Vida, a Mi puerta.
Nunca antes Mis discípulos se pondrán a prueba, de la forma en la cual lo serán en el futuro. A ellos les será dada Asistencia Divina para que puedan mantener la Luz de Dios brillando en un mundo, el cual estará hundiéndose, lenta y dolorosamente, en las tinieblas, causado por la llegada del enemigo, el anticristo.
Vuestro Jesús