Domingo 15 de julio de 2012 a las 17:45 hrs.
(Recibido durante la Adoración de la Sagrada Eucaristía)
Mi queridísima hija, es difícil para Mis hijos permanecer
libres de pecado debido a la maldición infligida sobre ellos por la mano de la
serpiente.
Nunca espero que Mis hijos estén completamente libres de
pecado todo el tiempo, ya que esto es imposible.
Es importante que cualquiera que conozca las enseñanzas de
la Iglesia de Mi Hijo en la Tierra busque el arrepentimiento de sus pecados tan
a menudo como sea posible.
A través del arrepentimiento será más fácil permanecer en
estado de gracia y esto creará una barrera para tentaciones venideras.
Hijos Míos, ahora estáis a punto de presenciar grandes
cambios perpetuos en el mundo. Sucederán después de que El Aviso se lleve a
cabo.
Mientras muchos ignorarán estos mensajes del Cielo, son
importantes para aquellos que los aceptan, así como la Palabra de Dios, para
prepararse.
Vosotros sois el eslabón en Mi armadura contra el enemigo y
a través de vuestra fe Yo os levantaré y protegeré contra la persecución.
Será vuestro amor por mi Hijo, Jesucristo, el Salvador del
universo, que Yo seré capaz de rescatar a aquellos hijos que no puedan soportar
la Luz de Dios.
Vuestra consagración de amor, sufrimiento y oraciones, serán
la gracia que los salve de los fuegos del Infierno.
No tengáis miedo por vosotros mismos, sino por aquellos que,
no solo no pueden ver, sino que se niegan a ver los tiempos en los cuales
estáis viviendo hoy.
Los preparativos están listos, y el tiempo está maduro para
que los cambios comiencen, ya que Yo no permitiré a la Bestia que robe almas.
Esta intervención, prometida a la humanidad desde hace tanto
tiempo, se llevará a cabo muy pronto y entonces la batalla comenzará para salvar
a Mis hijos.
No temáis Mi Mano porque, cuando caiga, será utilizada para
castigar a aquellos que están tratando de destruir a Mis hijos.
Yo les impediré engañar a las almas.
Yo les impediré sus intenciones asesinas y aniquilaré sus
falsas iglesias, sus cultos perversos, sus falsos ídolos, sus ciudades y sus
naciones si continúan rechazando la Mano que los alimenta.
Ellos han sido advertidos. Vosotros, Mis amados hijos, ayudaréis
a Mi Hijo a salvarlos.
Nunca temáis porque aquellos con el Sello del Dios Vivo no
sólo están protegidos, sino que les son dadas las Gracias para defender la
Palabra de Dios y así, a tantas almas como sea posible les sea dado el Don de
la Vida.
Vuestro Querido Padre
Dios el Altísimo
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