Sábado 1° de Septiembre, 2012 a las 10:25 hrs.
Mi muy querida hija, la velocidad a la cual Mis Mensajes han
sido dados a la humanidad está indicando
la urgencia de esta Misión.
Mucha gente en el mundo está perdida (extraviada).
Muchas almas pobres no saben que Dios, Mi Padre es.
Muchos no me aceptan como Su Hijo amado, el verdadero
Mesías.
Esta Misión es el último Regalo de Profecía decretado
(sancionado) por Mi Padre para salvar almas.
Estos mensajes son para los cristianos, judíos, musulmanes, ateos,
agnósticos y todos aquéllos que buscan consuelo en las religiones hechas por el
hombre.
Todas las personas, todas las almas, tienen el mismo deseo
de encontrar un sentido en sus vidas.
Para la mayoría, esto les rompe el corazón si no creen en
Dios, porque creen que todo termina cuando su vida en la tierra expire.
¡Oh, si tan sólo pudieran ver lo que sucede cuando sus almas
llegan ante Mí. Me ven y se quedan sin palabras porque no pueden creer que Yo
soy real. El gozo en muchas de estas almas tan sólo es comparable con alivio si
ellos mueren en Estado de Gracia.
Sin embargo, la alegría de aquellas almas en tinieblas
cuando me ven, se corta y ellas se alejan de Mí, en las profundidades del
infierno en un estado de shock y desesperación.
Aquellas almas quienes saben de las Enseñanzas de Dios, a
través de Sus profetas, y como un resultado de Mi propia Misión en la tierra, y
quienes me rechazan, lo saben.
Vosotros habéis elegido dar la espalda a la Verdad. A causa
de Mi Amor por vosotros, Yo voy a hacer
todo lo posible para abrir vuestros ojos.
Voy a traer regalos y por Mi Gran Misericordia yo os
salvaré. Hago un llamado a todos vosotros independientemente de cuál religión
sigan, para escuchar estas Palabras ahora:
Todos vosotros sabéis lo que es ser parte de una familia.
Algunos de ustedes/vosotros sois afortunados de haber nacido
en una familia llena de amor.
Otros no son tan bendecidos y pueden haber sufrido a través
de dificultades y obscuridad dentro de
la unidad familiar. Otros se han perdido, herido, enojado y no puede sentir
verdadero amor por sus familias.
Algunos son expulsados al desierto a su suerte, sin nadie
a quién poder recurrir.
Muchos simplemente necesitan un apoyo de algún tipo,
apoyarse (sostenerse) para sentir esperanza. Es por esto que muchas almas
pobres (débiles) tratan de encontrar
religiones, las cuales proporcionen el eslabón perdido.
Lamentablemente esto simplemente les lleva más a la
desesperación. Porque estas religiones se basan en una mentira.
Las mentiras os hieren hijos. Ellas os dan una falsa sensación de
seguridad. Estas religiones no tienen sustancia, porque no siguen la Verdad, el
camino del Señor.
Sólo sabed que nosotros, la Santísima Trinidad somos vuestra
familia. El Nuevo Cielo y Tierra serán
vuestro verdadero hogar.
Seguidme por el camino de la Verdad para que pueda Yo
llevaros hacia su legítimo hogar.
Un hogar lleno de amor y alegría, eso es todo por lo que
necesitáis esforzarse.
Por favor, abrid vuestros ojos, porque ha llegado el momento
para que al mundo finalmente se le presente la Promesa de la Verdad.
Mi Muerte en la Cruz fué un Pacto (Promesa) para traeros la
salvación.
Mi Segunda Venida es también un Pacto (Promesa), la Promesa
final, para llevaros a casa con Dios, el Creador de todas las cosas.
Mi Padre, Dios el Altísimo, ahora me envía pronto para traer
la Salvación a todos Sus hijos.
Sólo puedo hacer esto y cumplir plenamente la Promesa de mi
Padre si puedo salvar a cada alma.
No bloqueeis Mi camino por dudas.
No rechacéis Mis intentos de llevar la salvación a cada
alma.
No perdáis la oportunidad de vivir una vida plena, llena de
amor, alegría y maravillados en paz y
armonía, en la Nueva Era de Paz.
Vuestro Jesús
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