Domingo 02 de Diciembre, 2012 a las 17:40 hrs.
Mi muy querida hija, cuando eres justamente el objetivo
(blanco) del odio, es cuando realmente
puedes entender el poder que tiene el mal sobre la humanidad.
El odio es causado por Satanás, quien lo utiliza para tentar
a la gente a volverse en contra de sus hermanos y hermanas.
El odio engendra odio, cuando una persona odia a otra, esto
es generalmente causado por la ira.
La ira puede ocurrir como resultado de una diferencia de
opinión. A menos que sea controlada, puede convertirse en odio muy rápidamente.
Cuando alguien ataca a otra persona, a una organización o a
una nación, a causa de la diferencia de opinión, puede desatar un torrente de
odio dentro de un período corto de tiempo.
Es por ello, que insto a todos aquéllos que se encuentran
como objetivos de la ira, a permanecer dignos en todo momento. Incluso cuando
alguien os insulte, cara a cara o a vuestra espalda debéis tener cuidado de no
involucraros con ellos. Cuando lo hacéis, seréis tentados para pecar.
Satanás anima a la gente para enojarse. Después él utiliza
la ira para crear ira en la siguiente persona, y así continúa hasta que el odio
es infundido (inculcado) en ambos lados.
Él, el Maligno, inspira el odio para que él pueda causar
división.
La división es lo opuesto a la unidad. La unidad es una
Gracia dada por Dios. Cuando las personas están unidas como una sola y el
respeto es mutuo, el amor está presente. El amor es Dios, así que Dios ha
inspirado esta unidad.
Satanás utiliza el odio para provocar que las naciones se
dividan, que los matrimonios se rompan, que los asesinatos tengan lugar y que
prospere el crimen vicioso. Cuando Satanás haya sido vencido, el odio sera
finalmente desterrado y no existirá en el mundo otra vez.
El amor puede agotar al odio. Cuando una persona está
enojada con vosotros, debéis tratar de responder con amor. Puede ser muy
difícil para vosotros hacer esto, pero
con Mi ayuda, encontraréis que el odio se diluye rápidamente.
La llama del amor apaga el fuego del odio. Lo anula. El amor
es Dios, así como Dios tiene gran Poder sobre la bestia, entonces ésta es la
solución para que la bestia no conduzca más vuestras vidas.
Se necesita mucha valentía para levantarse, como víctimas,
contra el odio. Si hacéis lo que os pido, y me llamáis para daros el valor,
entonces podréis derrotar al odio.
Vuestro Jesús
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