Mi queridísima hija, hoy Yo revelo a todos Mis hijos Mis
planes futuros para los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra.
Cuando ellos se fusionen en Un solo Glorioso Paraíso habrá
doce naciones.
Estas naciones estarán compuestas de algunas naciones en el
mundo que me han mostrado lealtad a Mí, Dios el Padre, a Mi Hijo Jesucristo y a
la Madre de Dios, la Reina del Cielo.
Aquellas dispersas, serán reunidas para unirse a aquellas
otras naciones como una sola, unidas como una Santa Familia.
Mi Voluntad será honrada. Todos vosotros tendréis el don del
libre albedrío pero estará entrelazado con el Mío. Solo entonces la verdad del
Paraíso será verdaderamente revelada.
Mis doce naciones están simbolizadas en las doce estrellas
en la mujer en el Libro del Apocalipsis.
La mujer es la Madre de Dios y ella usa las doce estrellas
para simbolizar dos cosas.
Los doce apóstoles que ayudaron a Mi Hijo a establecer Su
Iglesia en la Tierra.
Las doce naciones especialmente elegidas formarán la única,
verdadera y apostólica Iglesia en la Nueva Tierra, cuando el Cielo y la Tierra
se fusionen como uno solo en Mi Nuevo Glorioso Paraíso.
Este es el momento que he estado esperando pacientemente.
Mi Divina Voluntad, que creó el Paraíso para Adán y Eva y el
cual fue arrojado a un lado, por causa
de la tentación del maligno, ahora se cumplirá y entonces esta vez el Paraíso
será perfecto.
Mi Hijo, Rey de la Humanidad, Rey del universo, reinará
sobre Mi Nuevo Paraíso en la Tierra.
Él designará líderes en cada nación, todos juntos, unidos
por Mi Divina Voluntad.
Las gentes de esas naciones honrarán a Mi Hijo en la forma
que se le debe honrar, la única forma, en paz y amor mutuo.
Su Bendita Madre, la Madre de la Salvación, fue coronada
Reina del Cielo y también reinará como Reina del Nuevo Paraíso.
Su Coronación en el Cielo fue una Manifestación Divina muy
especial de su labor en el futuro de la salvación del mundo.
Ella fue coronada con Gran Honor y Esplendor por la labor
que ella desempeñó, no solo como la Madre de Dios y como Esposa del Espíritu
Santo, sino como la Madre de la Salvación, a la que le fue dado el poder de
destruir a Satanás.
Fue Mi Bienamado Hijo quien amorosamente colocó la corona de
doce estrellas sobre la cabeza de la Madre de Dios en su Coronación.
Será Mi Hijo quien colocará la corona sobre su cabeza en el
Nuevo Paraíso como la Reina de todos los hijos de Dios.
Mi Plan Divino para salvar a la humanidad ya ha comenzado.
Es Mi deseo que esta Misión me ayude a reunir a las almas
perdidas en cada rincón de la Tierra y a salvarlas del enemigo, antes de que
sea demasiado tarde.
Mi Divina intervención probará Mi amor por todos Mis hijos.
Nada es imposible. Nada es imposible en Mi batalla contra el
ejército de Satanás.
Yo os traeré un nuevo mundo que os asombrará en toda su
magnífica gloria. Está listo.
Su belleza y esplendor está más allá de la capacidad humana
de imaginarlo.
Cuando lo presenciéis, vosotros tendréis vida eterna.
Rezad para que aquellos pobres hijos Míos, que no creen en
Mí, Dios el Altísimo, que no obedecen Mis Leyes y que cometen terribles
atrocidades los unos contra otros, se arrepientan.
Yo no quiero perder ni a uno solo de Mis hijos.
Ayudadme a traerlos a esta maravillosa y gloriosa heredad.
Desafortunadamente, debe ser por su propio libre albedrío.
Yo os amo hijos, con una pasión desconocida para la
humanidad.
Venid a Mí a través de Mi Hijo, como uno solo.
El momento para el Nuevo Paraíso en la Tierra está muy
cerca, pero a vosotros se os ha concedido el tiempo para ayudar a convertir a
la humanidad a través de esta Misión del 7° Ángel en la Tierra que trabaja con
Mi Hijo para traer a Mi familia hacia Mí.
Vuestro Amoroso Padre
Creador de todas las cosas visibles e invisibles
Dios el Altísimo
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