Sábado 30 de noviembre de 2013 a las 15:50 hrs.
Mi amadísima hija, ¡cómo Yo amo al mundo! Cómo me consumo
por cada alma que está perdida para Mí en estos momentos. Lo haré, lo prometo,
buscaré a todas las personas y trataré de atraerlos a Mi Divina Misericordia.
Deseo hacer Mi Presencia, Mi Amor y Mi Compasión conocida a cada uno de ellos.
Mis lágrimas, en este momento, que te revelo Mi pequeña, están siendo
derramadas por los que negarán Mi Intervención Divina y quienes, como
resultado, se sumergirán de cabeza en un vacío de malvado engaño.
Mi pasión ahora será revivida, a medida que Mi Cuerpo tendrá
que enfrentarse a un nuevo azote, cuando los paganos - que vendrán con una
falsa fachada de paz, amor y humildad - pisoteen Mi Iglesia, antes de
crucificarla. El sabio de espíritu conocerá la Verdad. La guerra va a ser
amarga y el gran premio, buscado por el ejército de Satanás, será el alma de
los hijos de Dios.
Las almas de los creyentes serán el primer objetivo de
Satanás y es aquí donde se va a centrar toda su energía. La estrategia de
Satanás es embaucar y engañar a los creyentes en primer lugar, antes de que él
los destruya. Los incrédulos son de poco interés para Satanás, porque él ya ha
ganado sobre sus almas y presentan pequeño desafío para él. Mi Padre no se
quedará a un lado y ver este horror, que ha sido predicho. Cada milagro, cada
llamada desde el Cielo y cada Intervención será atestiguada/vista como la
batalla final - la mayor guerra espiritual de todos los tiempos - se
desarrolla.
Los que nacieron con inteligencia no se enterarán de la
Verdad, porque ellos analizarán la realidad de su creación a través de la
lógica humana. Los nacidos con un amor puro en sus corazones por Dios aceptarán
la Verdad, aunque los confunda, porque sus corazones pertenecen a Dios y ellos
serán bendecidos con el Don del discernimiento. Los que luchan contra la
Palabra de Dios y contra la Intervención de Mi Padre para salvar almas y que
tratan de impedir que Él llegue a salvar almas, serán juzgados con dureza.
A medida que la batalla por las almas continúa, debéis
acudir a Mí siempre y pedirme que os sostenga, para protegeros y para
consolaros. Cuando estáis Conmigo, padeceréis esta terrible desolación con una
calma que os sorprenderá. Pero si no podéis confiar en Mí, y rendirse a Mí
completamente, encontraréis estas
pruebas, que se encuentran por delante de vosotros en Mi Iglesia, casi
imposibles de tratar/resolver, tan dolorosas van a ser.
No debéis nunca olvidar que Dios es Todopoderoso y que
Satanás no puede ganar esta guerra por las almas. Tristemente, muchos no serán
lo suficientemente fuertes en su fe o no tendrán la capacidad de reconocer el
engaño, que ellos tendrán que enfrentar en Mi Nombre y que nunca serán capaces
de redimirse ante Mí.
Estas son las almas, que me causan un dolor tan amargo en
este momento.
Vuestro Jesús
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