Martes 13 de marzo de 2012 a las 18:30 hrs.
Mi querida y bienamada hija, hoy finalmente te diste cuenta
de cuánto a Mi Santísima Palabra no sólo se le opone, sino que, es rechazada
por ciertos miembros de Mi Iglesia.
Aquellos que no son aptos para caer a Mis pies y suplicar
misericordia, se auto proclaman aptos para juzgar Mis Sagradas Palabras, dadas
a la humanidad, para salvar sus almas.
Soy un Dios lleno de misericordia, lleno de deseo de salvar
a todos Mis hijos y lento para la ira.
Hoy, Mi paciencia fue probada por otro ataque, esta vez de
un hombre que asegura hablar en Mi nombre, fue hecho para sabotear estos
mensajes.
Tú, hija Mía, no puedes, desde este día en adelante,
involucrarte con ningún tal representante sin pedir primero Mi permiso.
Hay ahora un esfuerzo coordinado que se está haciendo para
silenciarte, por cierto fragmento dentro de Mi Iglesia.
Hijos Míos, éstos son los tiempos en donde la fé de Mis más
ardientes seguidores, incluyendo a miembros de Mi Iglesia, será puesta a prueba
de una forma nunca presenciada desde Mi Crucifixión.
Así como fuí cruelmente tratado y condenado a muerte por
atreverme a decir la verdad, cuando vine por primera vez, así también, el mismo
trato será impuesto a Mis profetas en el período previo a Mi Segunda Venida.
Ellos serán despreciados, ridiculizados y hechos ver como
tontos cuando difundan Mi Palabra.
Ellos serán acusados de herejía por aquellos que proclaman
Mis enseñanzas pero que fallan en reconocer Mi Palabra dada al mundo hoy día.
Temed aquellos de vosotros que intentéis obstruir el camino
que ahora establezco ante vosotros, para salvar a la humanidad.
Seréis castigados.
Tendréis que responderme a Mí por la injusticia que inflijís
a aquellos enviados a proclamar la Palabra de Dios en éstos, los últimos
tiempos.
Rechazad a los profetas del Señor, y rechazaréis la Palabra
del Señor.
Vuestra arrogancia os ciega a la verdad y vosotros no tenéis
el derecho de representarme a Mí.
Me ofendéis grandemente y vuestro rechazo de Mi Santa
Palabra Me hiere profundamente.
Lloro por vuestro cruel rechazo hacia Mí, mientras, al mismo
tiempo, vosotros predicáis una versión diluida de la verdad de Mis enseñanzas.
Debéis dedicar tiempo ahora a la Adoración Eucarística antes
de que podáis comunicaros Conmigo para permitirme guiaros por la vía del
discernimiento.
Examinad vuestras razones para rechazar Mis Palabras.
¿Es porque no queréis oír la verdad del cisma que está a
punto de tomar a la Iglesia Católica?
¿Es por que no aceptáis que la Iglesia ha sido infestada por
el engañador?
¿No entendéis que todo esto ha sido predicho?
Debéis rezar para que veáis la verdad y vengáis a Mí para guíaros
antes de que sea demasiado tarde.
Vuestro Jesús,
Redentor de toda la Humanidad
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