Jueves 23 de junio de 2011 a las 21:10 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, la alegría que sientes hoy es
resultado de las gracias otorgadas a ti durante la Adoración ayer. Ahora sabes cuán
importante es permitirme vertir tantas gracias sobre las almas durante este
tiempo tan especial cuando están en Mi personal compañía.
Cómo identificar almas perdidas
Hoy quiero hablarte acerca de las almas perdidas en el mundo
y cómo identificarlas. Mis seguidores con frecuencia equivocadamente creen que
las almas perdidas son aquellas en pecado mortal. Esto no es necesariamente
verdad. Un alma perdida puede ser una persona que no cree en Mí ni en Mi Padre
Eterno. Un alma perdida también pueden ser aquellos hijos tan atrapados en
búsqueda día tras día de ganar dinero, crear riqueza, carreras y ansia de cosas
materiales. Todo por la alegría que creen que estas cosas les traerán en sus
vidas futuras. Estas son personas comunes, personas buenas, pero que me dan la
espalda.
Muchos de estos hijos Míos son buenos de corazón. Pueden
estar llenos de amor por sus semejantes, su familia y amigos. Pueden ser
populares y apreciados. Y sin embargo pueden ser almas perdidas. ¿Cómo es
esto?, pueden preguntar. Porque ellos no creen que su alma es tan importante
como sus necesidades físicas y por eso la descuidan. Al descuidar su alma están
propensos a tentaciones lanzadas en su camino cada día. Encuentran difícil
resistir los bienes mundanos, sin considerar que el tiempo que invierten en sus
ambiciones podría ser dedicado a mostrar amor a otros a través del arte de
compartir. En su búsqueda de dinero pueden volverse orgullosos. El orgullo hace
difícil el comportarse como un verdadero seguidor Mío.
Hijos, si dedican todo su tiempo persiguiendo los sueños que
creen que este mundo tiene que ofrecer - riqueza, posesiones y posiciones de
poder - queda muy poco tiempo para rezar o nutrir sus almas para la próxima
vida. Tantos de Mis hijos nunca pueden entender por qué los bienes mundanos los
dejan vacíos por dentro. Ellos no escuchan a aquellos seguidores Míos que
conocen la verdad. Al fallar en reconocer la Existencia de Dios Padre
Todopoderoso, no pueden tener éxito en complacer a nadie más que a sí mismos.
En el exterior esta gente vive una vida activa, saludable, llena de diversión
sin ninguna preocupación en el mundo. Pero este tipo de estilo de vida, no
puede ser alcanzado de la forma correcta sin creer en la Vida Eterna. Falta
humildad en sus vidas.
Ustedes pueden decir en su defensa, ¿pero necesitan
alimentar a sus familias y cuidar de otros que dependen de ellos y por eso
trabajan hacia estas metas? Mi respuesta es no, no lo hacen. Ellos no aspiran a
alimentar a sus familias. En muchos casos aspiran a excesos para satisfacer sus
deseos. Entre más hagan esto, más están perdidos para Mí y para Mi Padre
Eterno.
A menos de que Mis Hijos despierten y reconozcan las formas
en que Satanás usa todas las atracciones glorificadoras del mundo, para
succionarlos dentro de un falso sentimiento de seguridad materialista, no
pueden venir a Mí. El tiempo debe ser utilizado en esta vida para alabar a su
Creador - al cuidar de su prójimo a través de obras de caridad. Poniendo las
necesidades de otros antes que las propias. Siguiendo Mis pasos.
Hasta que Mis hijos que no creen en Dios Padre o que creen en Él pero eligen convenientemente hacer cualquier homenaje a Él a un lado porque están más preocupados con asuntos mundanos, se les hará difícil entrar por las puertas del Cielo, el Verdadero Paraíso que ellos ansían. La Tierra es solo una fase de su entero ser. El Cielo, aún un vislumbre de lo que ofrece, no puede ser experimentado en sus vidas en la Tierra. Ninguna de esas atracciones mundanas vale la pena seguir, si esto significa que tienen que renunciar a la joya que es el Cielo.
Hasta que Mis hijos que no creen en Dios Padre o que creen en Él pero eligen convenientemente hacer cualquier homenaje a Él a un lado porque están más preocupados con asuntos mundanos, se les hará difícil entrar por las puertas del Cielo, el Verdadero Paraíso que ellos ansían. La Tierra es solo una fase de su entero ser. El Cielo, aún un vislumbre de lo que ofrece, no puede ser experimentado en sus vidas en la Tierra. Ninguna de esas atracciones mundanas vale la pena seguir, si esto significa que tienen que renunciar a la joya que es el Cielo.
Los rasgos necesarios para entrar a Mi Glorioso Reino son la
fe, el amor, la humildad y un deseo de complacerme.
Su amado Maestro y Salvador de toda la humanidad
Jesucristo
Leer más: