Domingo 13 de abril de 2014 a las 19:00 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, es Mi deseo que aquellos que me aman, verdaderamente, hagan reparación con el Don de la Reconciliación durante la Semana Santa. Cuando me mostráis verdadero arrepentimiento por vuestros pecados, Yo derramaré sobre vosotros el Don especial de la Aceptación, de acuerdo a Mi Santa Voluntad. Yo os exhorto a confiar en Mí, en este momento de la historia como nunca antes, porque, si escucháis atentamente, podré hacer que Mi Palabra sea escuchada por todos - incluyendo aquellos que no me conocen en absoluto.
Cuando fui perseguido por Mis enemigos, ellos hicieron todo lo posible para desacreditarme. Ellos desahogaron su ira sobre muchos pobres inocentes y torturaron hombres pensando que estos eran Yo. Propagaron mentiras acerca de Mis apóstoles, tratáron de desacreditarme de muchos modos, y tuvieron arrebatos de rabia, cuando no pudieron agredirme físicamente. Ellos me hubieran matado, si me hubieran capturado antes del Viernes Santo - si Yo no me hubiera protegido a Mí Mismo. Su odio, sus mentiras, sus calumnias que ellos propagaron sobre Mi Misión, y sus acusaciones falsas contra Mí, se difundieron en cada población y aldea, antes del día cuando finalmente fuí traicionado por uno de los Míos.
El veneno, que se siguió derramando por boca de Mis enemigos, vino de la serpiente, que infestó sus almas. Ellos la imitaron en todos los sentidos - ellos gritaron con una cólera violenta contra Mí, aunque sus acusaciones eran falsas y sin sentido. Ellos escupieron a Mis apóstoles, torturaron a Mis disciípulos, así como a aquellos hombres desventurados que confundieron Conmigo. Ellos trataron de volver a los demás en contra Mía, a los que no habían oído de Mí, y hablaron cosas malvadas contra aquellos que no podían convencer de denunciarme. Todos los demonios desde las entrañas del infierno me atormentaron durante Mis últimas semanas en la Tierra, cuando Mi Palabra había perforado el corazón de muchos, y convertido a millares.
Cuando Mi Presencia estuvo en Su mayor intensidad, el odio se intensificó y los rugidos de los que se oponían a Mí fueron como aquellos que vienen de los animales salvajes. Las personas que se afiliaron a los grupos de Fariseos, para inflingir castigos sobre Mí, se volvieron tan malos como aquellos que los incitaron a una rabia malvada sobre Mi Naturaleza. Fui acusado de ser impuro de cuerpo y alma. Ellos dijeron que Mi palabra venía de espíritus impuros. Ellos dijeron que Yo daba falsos testimonio contra Moisés y que fui enviado por el maligno para corromper sus almas. Ellos ignoraron el Amor que Yo propagué, la conversión para amarse unos a otros que Yo originé entre ellos y los milagros que realicé. Mientras ellos coreaban obscenidades contra Mí, se levantaron en alto y orgullosos y al mismo tiempo blasfemaron contra Dios; ellos declararon que hablaban en Su Nombre. Así es exactamente como Satanás engaña a la gente.
Aquellos que blasfemaron contra Mí, durante Mi Crucifixión, no viven en Mi Reino, porque sufrieron el peor castigo. Mi Padre destruirá a todo el que diga que Yo hablo con la voz de Satanás. Por esa razón para aquellos de vosotros que afirmáis que Mi Voz es la del maligno, sabed que vuestro sufrimiento será peor que la muerte. Vuestras lenguas ya no escupirán más el veneno que Satanás ha puestro dentro de vuestras almas; vuestros ojos ya no verán más, pues es solo la oscuridad lo que vosotros deseáis- y así será. Vuestros oídos nunca escucharán el sonido dulce de Mi Voz, porque os rehusáis a escuchar - y así será. Vuestro corazón no tiene amor y así no sentiréis más amor, una vez que os habéis cerrado al Amor de Dios. Vuestras palabras serán vuestra perdición, y cuando aquellos que me acusan, a Mí, vuestro Señor Dios, Salvador y Redentor de toda la Humanidad, de hablar el mal, no serán más escuchados. Ellos morirán.
Mi Ira en este momento, contra los hipócritas, que recorren el mundo fingiendo venir de Mí, está más allá de lo soportable y Mi Castigo caerá sobre cada uno de vosotros que me escupís. Alejáos de Mí - vosotros tenéis poca influencia sobre Mí. Os arrojaré lejos.
Cuando Yo escucho los gritos de aquellos poseídos con el odio de Satanás en sus almas que se atreven a declarar su fidelidad hacia Mí, me siento enfermo. Ellos me repugnan, y no son mejores que aquellos que pelearon mucho para clavar el primer clavo en Mi cuerpo.
A medida que el Viernes santo se acerca, aquellos que me atormentan y tratan de borrar todo vestigio de Mí, sufrirán grandemente ese día. En ese día, cuando sufráis Mi Dolor, dado a vosotros para volveros a la razón, sabréis que Yo estoy llamándoos. Yo hago esto, no porque merezcáis una sola onza de Mi simpatía, sino porque os amo - a pesar de todo. En ese día Yo os pido que me llaméis como sigue:
“Jesús, perdóname por el daño que he inflingido en Tu cuerpo, en Tu Palabra y en Tu Divinidad.”
Yo os responderé y os ayudaré a venir a Mí, con Amor y Alegría en Mi corazón.
Vuestro Jesús
Leer más: