Miércoles 18 de septiembre de 2013 a las 17:08 hrs.
Mi amadísima hija, cuando dije que vendría de nuevo a juzgar a los vivos y los muertos, quise decir eso justamente. El Primer Juicio debe ser cumplido y por esto, quiero decir que en Mi Segunda Venida juzgaré a cada persona que siga/permanezca viva en la Tierra en ese momento, de acuerdo a lo que hayan hecho para la Gloria de Dios. Mi Juicio será duro, ya que Mi Misericordia habrá ya sido, para esa etapa, derramada sobre la Tierra.
Aquellos entre vosotros que permanezcáis desafiantes hasta el final, por vuestro rechazo a Mí – aunque la Verdad os habrá sido dada a conocer – seréis echados lejos de Mí. Nunca aceptaréis Mi Misericordia, sin importar cómo os suplique por vuestra salvación. Vuestra negación y odio a Mí os traerá sufrimiento eterno y Yo derramaré lágrimas amargas y dolorosas por vosotros. Oh, cómo ansiaréis la comodidad de la Tierra, sin embargo desaprovechásteis vuestro tiempo allí en la malvada persecución de placeres y poder pecaminosos y donde oprimísteis/agobiásteis a otros. La Tierra parecerá como un paraíso perdido por mucho tiempo cuando gritéis por Mi Ayuda en las profundidades de la oscuridad.
Aquellos de entre vosotros que me amáis, pero cuyas almas han sido plagadas por el pecado, no debéis tener miedo porque os devoraré con Mi Misericordia cuando la pidáis. Todos los pecadores serán salvados una vez que se rediman a Mis Ojos, no importa cuán graves sus pecados sean.
Los vivos quienes están a Mi Favor serán elevados a Mi Glorioso Paraíso. Estos incluyen cada pecador, cada credo, cada raza, que han clamado a Mí, su Salvador, el Hijo del Hombre, y a todos aquellos que me pidan que los salve.
Resucitaré a los muertos, aquellos que han sido purificados en las profundidades del Purgatorio, así como a aquellos que están esperando, pacientemente, en el Cielo, para la llegada de este Gran Día. El resto será desterrado.
Vuestro tiempo en la Tierra ha sido decidido por Mi Padre y este día es todavía desconocido para Mí, pero os digo esto. Vosotros, de esta generación, seréis reunidos y llevados a Mi Nuevo Paraíso cuando el Cielo y la Tierra se vuelvan uno. Os ha sido dado el tiempo para prepararos, por tanto utilízádlo para aseguraros, ya que podéis tener Vida Eterna y compartirla con vuestros seres queridos. Ahora os pido que consagréis a cada ser amado, vuestra familia, vuestros amigos y vuestras naciones a Mí, para que pueda cubrirlos con la Protección de Mi Sangre Preciosa.
Vuestro Jesús
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