Lunes 29 de diciembre de 2014 a las 17:30 hrs.
Mis queridos hijos no tengáis miedo a las Promesas de Cristo
porque ellas serán vuestro agente rescatador. Mi Hijo, Jesucristo, está
presente entre vosotros y Él nunca os abandonará ni se separará de vuestro
lado. Su Promesa para salvar al mundo se completará/consumará, ya que es
la voluntad de mi Padre Eterno.
Debéis de saber que la Voluntad de Dios es insuperable, y no
importa cuan grandes sean los obstáculos, que son colocados delante de
vosotros, Dios, por medio de Su Divinidad, aplastará a todos Sus enemigos. No
debéis nunca pensar que el mal triunfará porque esto es imposible. A través del
gran Amor de Dios, se os guiará hacia la Salvación Eterna y nada tendrá éxito
en bloquear vuestro camino. Cuando los enemigos de mi Hijo traten de forzaros a
aceptar las leyes, que no son de Dios, entonces debéis resistir estas. Puede
ser difícil para vosotros, pero se os dará la fuerza para continuar en vuestra
jornada, y todo tipo de ayuda del Cielo se os dará.
Aprended a reconocer el trabajo del maligno por las guerras
que vosotros veis que surgen por todas partes; por las leyes malvadas
introducidas en casi todas las naciones, que se niegan a aceptar la Palabra de
Dios; y por la traición a Jesucristo por aquellos que dicen que lo representan,
cuando se sientan atrás y no hacen nada para proclamar Su Santa Palabra. Aprended
también a reconocer el odio mostrado a las almas elegidas de Dios, porque
entonces vosotros reconoceréis la difícil misión, que ha sido entregada a
ellas, y así ellas puedan recordar al mundo que el Amor de Dios sigue vivo.
También debéis dar gracias a Dios Altísimo por la Vida que
ha dado a la humanidad a través de Su Hijo único, Jesucristo. Si no fuera, por
el nacimiento de mi Hijo, y Su Crucifixión no habría habido ningún Nuevo Pacto
para traeros la vida gloriosa, que os espera si así decidís aceptarla.
Estos son los tiempos en los que hay que prepararse
para el nuevo mundo, el nuevo Cielo y la nueva Tierra. No perdáis el tiempo
tratando de discutir sobre lo que mi Hijo os está diciendo ahora. En su lugar,
aprended a aceptar la Verdad de buena gana. Yo, vuestra Madre amada, os guiará
hacia mi Hijo y vuestras oraciones os fortalecerán, en todos los sentidos, para
que os hagáis dignos de alcanzar las Promesas de Cristo.
Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación