Viernes 10 de octubre de 2014 a las 13:10 hrs.
Mis queridos hijos, la Crucifixión de mi Hijo fue
significativa, de muchas maneras. No fue solo por(manos de) los soldados
Romanos que Lo mataron, sino por las órdenes de aquellos que afirmaron ser
seguidores especializados(dedicados) de la Palabra de Dios.
Su flagelación, persecución y muerte se llevaron a cabo bajo
las instrucciones de los que guiaban a los fieles en el Templo de Dios. Ellos
se deshicieron de todo lo que sabían que era la Verdad, porque se negaron a
aceptar que mi Hijo, Jesucristo, era el Mesías. Cada ley, dictada por
Dios, fue burlada mientras se complacían en la ejecución de mi Hijo.
Antes de que llegue el Día del Señor van a volver a
representar(escenificar) Su Crucifixión. Ellos lo azotarán, a través
de su traición a Su Santa Palabra. Ellos perseguirán a aquellos que
permanezcan leales a Él y, a continuación, van a profanar Su Cuerpo. Pero
ellos no podrán matarlo, porque Su Cuerpo - Su Iglesia - no puede morir y va a
permanecer de pie, aunque en un estado frágil, hasta el final.
En este momento, vosotros debéis recordar que toda vida
viene de Dios. La muerte no tiene poder sobre Dios. La vida, una vez
dada/otorgada, no puede morir. La muerte pronto no tendrá ningún poder sobre
el hombre y por medio de la Resurrección de mi Hijo, el hombre también tendrá
la Vida Eterna del cuerpo y del alma. Los que confían en Cristo y
permanecen fieles a Él tendrán vida. Solo aquellos que Lo rechacen por
completo, no la tendrán.
Regocijaos en el conocimiento de que una vida gloriosa os
espera a todos vosotros, que os adherís a la Santa Palabra de Dios, porque la
muerte nunca os destruirá.
Vuestra Amada Madre,
Madre de la salvación