Jueves 29 de mayo de 2014 a las
00:45 hrs.
Mi muy querida bienamada hija,
cuando Mis Apóstoles vinieron a Mí, llorando y derramando lágrimas de
frustración por la manera en que fueron tratados con crueldad en Mi Santo
Nombre, les dije:
Nunca temáis al rechazo en Mi
Nombre.
Nunca os aterroricéis por los
aullidos del maligno, quien grita a través de las bocas de aquellos que le
sirven.
Nunca sintáis miedo cuando
vosotros seáis tenidos por responsables en Mi Nombre. Pero cuando seáis
traicionados, por aquellos cercanos a vosotros, sabed que es a Mí a Quien ellos
han abofeteado en el Rostro.
Cuando un hombre me traiciona, él
peca contra Mí. Cuando él traiciona a los profetas de Dios, él traiciona al
Dios Trino, y por esto, él sufrirá grandemente.
Cuando la intervención del Dios
Trino es rechazada por las almas, quienes se oponen al grandísimo Poder del
Cielo, ellas tendrán que soportar la confusión en su conciencia. Esta confusión
nunca las abandonará, a menos que reconcilien sus almas Conmigo, su Jesús. Rechazarme
a Mí, cuando el alma sabe que Soy Yo, Jesucristo, Quien habla, es lamentable.
Pero, desafiar al Dios Trino, al interferir con la Intervención de Dios,
en Su tarea de salvar almas, esto dará como resultado un rápido castigo por Mi
Padre.
La humanidad puede despreciar,
cuestionar y analizar Mi Palabra, tal y como está siendo dada ahora, pero
cuando ellos osan intentar impedirme salvar almas, traicionando Mi Confianza y
oponiéndose a Mi Misericordia, entonces ninguna Misericordia será mostrada para
ellos.
Vuestro Jesús