Martes 6 de mayo de 2014 a las 20:02 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, la razón de que Mi Palabra
sea rechazada por muchos es porque la Verdad es como una espina en el costado
de los que se avergüenzan de proclamar abiertamente Mis Enseñanzas.
El hombre, que cree que la libertad de expresión es más
importante que la adhesión a la Palabra de Dios, camina una senda muy
peligrosa. Cualquier hombre que cree en su derecho de declarar sus puntos
de vista, como sacrosantos, cuando aprueba el pecado, es un traidor Mío.
¿Cuántos hombres dan a entender que se pueden hacer delitos,
en nombre de la justicia? Este tipo de hombres, que dictan/prescriben vuestras
leyes, incluyendo aquellos que rigen a vuestra Iglesia, os tratan de hacer
creer que el derecho a la libertad de expresión supera cualquier Ley de Dios,
aun cuando se glorifique el pecado.
El pecado abarca muchas facetas y en el mundo de hoy, cada
uno de los pecados es justificado, proclamando el derecho individual de cada
persona a hacer lo que le agrada. A pesar de que ni uno solo de vosotros
tenéis el derecho de juzgar a nadie, en Mi Nombre, ninguno de vosotros tenéis
el derecho de declarar que el delito, es una buena cosa.
Vuestro Jesús