Domingo 9 de marzo de 2014 a las 17:25 hrs.
Hijos míos, siempre estaréis bajo mi protección cuando me
invoquéis, a la Madre de la Salvación, a través de esta Misión. Soy una
sierva de Dios y mi labor es la de estar al servicio de mi Hijo Jesucristo, y
ayudarle en Su búsqueda de almas, que cubrirá toda la Tierra. Ni una sola
nación será excluida por Él. Los Planes de mi Hijo, para preparar al mundo,
incluyen toda raza, nación, credo y todo hombre, mujer y niño será consciente
de que Él viene a ayudarlos. Él hace esto por el profundo Amor que Dios tiene
en Su corazón para con Sus hijos.
Muchas personas, que no practican ninguna religión, no podrán
ignorar la Intervención en el mundo hecha por mi Hijo Jesucristo. Ellos estarán
abrumados e incapaces de comprender, al principio, la extraordinaria
experiencia espiritual que sentirán, en cada fibra de su alma y corazón. ¡Qué
alegría será El Aviso para muchas personas, ya que traerá consigo la prueba de
la existencia de mi Hijo. Con este Regalo, muchos se llenarán de una paz que
nunca habian sentido antes, así como también un gran anhelo de estar en
la compañía de Jesús.
Mientras que todas las dudas referentes a la Existencia de
mi Hijo huirá de las mentes de aquellos que están ciegos a la Verdad de la
Palabra de Dios - para muchos, necesitarán dirección espiritual una vez que la
Verdad del Aviso sea revelado. Después del Aviso vendrá un gran deseo de dar
gloria a Dios. Este será un período de grandes pruebas; porque los enemigos de
Dios van a hacer todo lo posible para convencer al mundo de que el Aviso - la
Iluminación de la Conciencia - no tuvo lugar.
Cuando Dios se humilla para llamar a Sus hijos y cuando Él
les ruega que lo escuchen, éste es uno de los mayores actos de Generosidad por
Su parte. Hijos, aceptad el Aviso con buena voluntad, ya que para muchos
será la cuerda de salvamento que necesitan para vivir en el mundo sin fin.
Jamás rechacen grandes acciones o milagros del Cielo, porque son para el bien
de todos, para que la salvación sea concedida a las masas/muchedumbre y no
sólo a unos pocos.
Siempre dad gracias por la Gran Misericordia de mi Hijo. Habéis
oído lo generoso que Él es y pronto seréis testigos del alcance de Su
Misericordia, que abarcará al mundo.
Vuestra bienamada Madre
Madre de la Salvación