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sábado, 15 de marzo de 2014

Exigir los derechos de los Cristianos será equivalente a romper la ley

Lunes 10 de marzo de 2014  a las 15:30 hrs.


Mi queridísima bienamada hija,
muy pronto oiréis numerosos anuncios/declaraciones por los impostores, quienes se han infiltrado en Mi Casa en la Tierra. Las herejías que vendrán saliendo a borbotones de sus bocas y de sus actos, resultarán en nuevas leyes, las cuales desafían la Palabra de Dios, y las que serán impuestas sobre todos aquellos que son fieles a la Palabra.

Los Sacramentos se reducirán y la cantidad de Misas irán siendo lentamente retiradas hasta que sean raramente celebradas. Toda excusa será dada, pero todo esto esconderá la verdadera razón que hay tras sus motivos. Vosotros, Mis bienamados seguidores, estáis presenciando todo lo que Mi bienamada Madre predijo en La Salette y en Fátima. Debéis entender que el plan es profanar cada Iglesia de Dios, antes de que el anticristo se siente en el trono de Mi Templo, en toda su repugnante gloria. Aquellos que exijan respuestas serán ignorados y más tarde ridiculizados por osar cuestionar a esos que dicen liderar Mi Iglesia en la Tierra.

Todo pecado a los Ojos de Mi Padre será eventualmente desestimado. No solo el pecado será rechazado, sino que será presentado de cualquier inmunda manera sobre Mi Altar. La abolición del pecado será vista en el adoctrinamiento de la educación de los niños. Los niños, especialmente, serán forzados a tragar herejías. Se les dirá que si no aceptan esas enseñanzas, entonces serán culpables de juzgar severamente a los que declaran al pecado ser una cosa buena. Los niños serán instruidos a nunca proclamar abiertamente la Palabra de Dios en la presencia de otros por miedo a ser acusados de ser un anti-derechos humanos.

Cualquier intento de promover moralidad, de cualquier forma, entre los jóvenes, será opuesto y condenado violentamente. Los Cristianos, y aquellos que públicamente declaren su derecho a implementar las Enseñanzas Cristianas, serán vapuleados y silenciados. Sus palabras se volverán susurros y la gente tendrá vergüenza de admitir que son Cristianos. Y mientras los derechos de los no-Cristianos serán apoyados, serán los derechos de los ateos, los que serán declarados ser de extrema importancia. Como ya os he dicho, el odio contra los Cristianos crecerá fuera/afuera de Mi Iglesia. Luego, en el interior, será desmantelada pieza por pieza hasta que no quede más que un cascarón. Los ladrillos y el mortero todavía estarán en su sitio, pero Mi Iglesia en la Tierra, tal y como la conocéis, habrá cambiado más allá de vuestro entendimiento.

Mi gente son Mi gente – aquellos que apoyarán la Santa Palabra de Dios y quienes continuarán valiéndose de los Santos Sacramentos, que serán hechos disponibles para vosotros por Mis bravos y valientes siervos consagrados, quienes nunca me abandonarán.

Cuando escucháis Mi Palabra – contenida en la Palabra escrita y heredada durante siglos en el Libro de Mi Padre – siendo cuestionada y analizada, con un deseo de reescribirla, entonces debéis saber esto. Yo no autorizo tal herejía. Yo condeno a estos traidores por las almas que llevarán a la perdición. Vosotros también, nunca debéis escuchar a cualquier persona que os diga que neguéis Mi Palabra.

Pronto, veréis cada ley en vuestros países e iglesias cambiar, para acoger a toda clase de pecado y legislación para esto. Ambos tipos de leyes se mezclarán juntas en una, hasta que, eventualmente, la Palabra de Dios no sea más discutida ni añadida. Exigir los derechos de los Cristianos será equivalente a violar la ley y será castigado de muchas formas. Para aquellos de vosotros que no creáis que estas cosas sean posibles, entonces presenciaréis, tristemente, estas cosas en vuestro propio tiempo de vida y como fue predicho.

¿Cuántos de vosotros permaneceréis fieles a Mi Palabra?, ¿A mis Enseñanzas? No muchos. Sin embargo, son aquellos que dicen que me honran ahora y que se dedican a Mi Iglesia, los que serán los primeros en darle la espalda a la Verdad.

Vuestro Jesús

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