Viernes 31 de enero 2014 a las 15:27 hrs.
Mis queridos hijos, no dejéis que el odio de esta Misión
perturbe vuestros corazones. En cambio, inclinad vuestras cabezas en
acción de gracias por el Don del Libro de la Verdad, en estos tiempos difíciles
en la Tierra
Mi Hijo amado, Jesucristo, fue atormentado, despreciado y
reprendido durante Su Misión de predicar la Verdad, durante Su Tiempo en la
Tierra. Los que conocían la Palabra de Dios se negaron a reconocer al
Mesías prometido, cuando se presentó ante ellos. Sus Palabras fueron despedazadas,
pero, a pesar de esto, no fueron ignoradas. Cuando Dios habla por medio de
Sus profetas, y en el caso de mi Hijo - el Verdadero Mesías - es imposible para
el hombre ignorar la Palabra. A aquellos que no aceptan la Palabra de
Dios, cuando se derrama de la boca de los profetas, les resultará imposible
darle la espalda. En vez de eso, su odio les atormentará y no sentirán
ningún momento de paz.
Durante la Crucifixión de mi Hijo, Él fue tratado brutalmente
y torturado, con una crueldad perversa, la cual, los que estaban crucificados
con Él en el mismo día, no tuvieron que soportar. Sin embargo, ellos
fueron condenados criminales y el único crimen de mi Hijo era que Él decía la
Verdad. Cuando la Verdad - la Palabra de Dios - es hablada por medio de
los profetas, es como una espada de doble filo. Traerá alegría y gracias
especiales para algunos, pero para otros les traerá miedo, lo que puede
provocar odio. Así que cuando veáis el odio en forma de actos perversos,
mentiras y la torsión deliberada de la Palabra, sabed que esta Misión viene de
Dios. Los muchos profetas falsos, que vagan por la Tierra en este momento,
no provocan tal reacción, porque no vienen de Dios.
Recordad que Satanás desprecia esta Misión, porque va a
perder miles de millones de almas a causa de ella. Por lo tanto, será un
camino muy difícil para aquellos que la siguen.Os insto/exhorto a que estéis
conscientes de los que dicen que vienen en Nombre de mi Hijo y luego declaren que
esta, la Palabra de Dios, viene de Satanás. Ellos cometen uno de los
errores más graves de blasfemia contra el Espíritu Santo. Orad, orad, orad
por esas pobres almas. No sintáis ira por ellos. En su lugar, debéis
pedir Misericordia por sus almas.
Para salvaguardar esta Misión, en contra de la maldad de
Satanás, os pido que comencéis a recitar esta poderosa Oración para
renunciar a Satanás. Cuando recitéis esta Cruzada de Oración, al menos dos
veces a la semana, vosotros ayudaréis a proteger esta Misión de Salvación
y traeréis más almas al Ámbito del Reino de Dios.
Cruzada de Oración (132) renunciar a Satanás, para proteger
esta Misión
Oh, Madre de la Salvación, acude en ayuda de esta Misión.
Ayúdanos a nosotros, el Ejército Remanente de Dios,
a renunciar a Satanás.
Te suplicamos que aplastes la cabeza de la bestia con tu talón
y elimina todos los obstáculos en nuestra Misión
para salvar almas. Amén.
Hijitos, vosotros debéis recordar que nunca es fácil cuando
ayudáis a mi Hijo a llevar Su cruz. Su sufrimiento se convierte en el
vuestro, cuando declaráis su lealtad a Él. Al confiar en Él completamente
y perseverando en vuestra vida diaria para ayudarle a salvar almas,
vosotros os haréis más fuertes. Se os dará el coraje, la fuerza y la
dignidad para elevaros por encima de la burla, la blasfemia y las tentaciones,
que serán vuestro pan de cada día, hasta el Día de la Segunda Venida de mi
amado Hijo, Jesucristo.
Id en paz. Poned toda vuestra confianza en mi Hijo y
llamadme siempre, vuestra amada Madre de la Salvación, para acudir en vuestra
ayuda en vuestra Misión de promover la salvación de las almas.
Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación