Jueves 20 de febrero de 2014 a las 18:39 hrs.
Mi queridísima bienamada hija, cuando llegue la hora
de que me dé a conocer, en Mi Segunda Venida, no reconoceréis al mundo, porque
habrá cambiado tanto.
La velocidad en que la humanidad va a caer en las
profundidades del pecado os conmocionará. Cada horrible pecado de la carne será
visible y muchos tendrán que ver estos pecados cometidos en lugares públicos.
Muy poca vergüenza será mostrada por los culpables que, como leones en una
alimentación frenética, se hundirán en lo más profundo de la depravación, no
vista desde los días de Sodoma y Gomorra. Tal será la infestación de la
humanidad, provocada por el maligno, que los asesinatos se cometerán en todas
partes y el suicidio será creciente. A medida que Satanás devore almas, él se
asegurará de que todas las leyes establecidas por Mi Padre serán rotas. Fríos
corazones, almas estériles y obsesión por los falsos dioses y espíritus
malignos, reemplazarán al amor, que todavía existe en este momento en el mundo.
Mi Nombre será utilizado para obscenidades de boca y ellos
blasfemarán entre sí en sus corazones. Hija Mía, la Verdad puede ser
insoportable a veces, pero la justicia será dictada por mi Padre, en aquellas
tierras que profanan Su Palabra. Todas las sanciones dictadas por Mi Padre
tendrán lugar antes de Mi Segunda Venida. Ciudades desaparecerán, países serán
inundados con las mareas de la Ira de Mi Padre y los terremotos serán de tal
magnitud, que se harán sentir en numerosos países, al mismo tiempo.
Hija Mía, ya se te ha dado información acerca de esas ciudades,
que van a sufrir mucho. Debes ofrecerme tus lágrimas, en expiación por los
pecados de aquellos cuyo destino se encuentra en la oscuridad. Sin tu
sufrimiento, Yo no puedo hacer lo que se necesita para salvar esas almas. Así
que, por favor, sé generosa con tu dolor y Yo mostraré Misericordia, por los
que coloques delante de Mí.
Montañas se hundirán, lagos se fusionarán con los mares y
las tierras se reducirán en un tercio. Las precipitaciones, que coinciden con
Mis Lágrimas de dolor, debido al odio en los corazones de los hombres, será
constante, hasta que Mis Lágrimas sean enjugadas, a través de la reconciliación
de los pecadores, que serán convertidos.
Sabed ahora, que los Regalos dados al mundo por Mi Madre, a
lo largo de los siglos, deben utilizarse para protegeros. También debéis saber
que la Medalla de la Salvación - más poderosa que ninguna otra - será vuestra
defensa contra la tentación del anticristo. Se hará todo intento para detener
la Medalla de la Salvación, pero nada impedirá los Poderes asociados a este
Regalo.
Mis amados seguidores, debéis concentraros en la oración en
estos días y poner toda vuestra confianza en Mí, porque aquellos que son Míos
serán protegidos y vosotros seréis Mi razón para mostrarles Misericordia a los
afligidos y a los paganos. Nunca debéis debilitaros o daros por
vencidos, porque si lo hacéis, encontraréis que este camino hacia Mí es
imposible de navegar sin Mi Luz, que será necesaria en cada paso del camino, si
habéis de realizar este viaje.
Vuestro Jesús