Domingo 09 de febrero de 2014 a las 19:00 hrs.
Mi queridísima hija, no hay nada que Yo no haría por Mis
hijos. Ningún sacrificio es demasiado elevado.
Yo me rebajo para así poder poner Mi Corazón a sus pies y
todavía ellos continúan pisoteándolo. Me humillo para llamarlos a través de
estos Mensajes y se ríen de Mí y se burlan.
Yo los he permitido azotar y asesinar a Mi Hijo y ellos
subestiman el Gran Sacrificio que Yo hice por ellos, de darles vida y
liberarlos de la esclavitud del maligno.
Yo les suplico que cambien sus caminos, y ellos me ignoran.
Yo mando almas elegidas para que hablen con ellos y proclamen Mi Palabra, y
ellos les escupen en sus caras.
Yo mandé castigos sobre ellos y no aprendieron nada de
ellos. En su lugar, ellos dijeron que fue simplemente una simple casualidad, y
que no tiene nada que ver Conmigo.
Yo les mandé Mi Amor, a través de milagrosos Regalos dados a
los visionarios, videntes, santos y profetas, y solo unos pocos hicieron caso
de ellos. Graba Mis Palabras ahora, el Libro de la Verdad es el mayor
Regalo dado por Mí al mundo, desde que mandé a Mi Hijo para redimiros. Yo os
lego este Precioso Regalo, para que abra vuestros corazones, libere vuestras
almas de sus ataduras a las tentaciones del diablo y os ayude a prepararos para
Mi Reino.
Mi Poderosa Intervención en este momento quiere decir que la
velocidad a la que Mi Palabra será promulgada, así y desde hoy, va a
impresionar y a sorprender a muchos. Cuando oigáis Mi Palabra, hablada en todas
las lenguas, donde poca organización de la mano del hombre esté involucrada, os
será dada la prueba del Poder del Espíritu Santo.
Yo me aseguraré de que Mi Palabra persista. Yo atropellaré a
todos aquellos que intenten parar Mi Mano. Yo echaré a un lado a aquellos que
sean guiados por el espíritu del mal y ensordeceré el sonido de sus penosas
voces.
Yo silenciaré, de un golpe de Mi Mano, a aquellos que
intenten pararme, cuando solo deseo salvar a todas y cada una de las almas. Yo
estoy determinado a no permitir que esta Obra sea ignorada, ya que, una vez que
concedo Mi Autoridad para una Misión, como lo es esta, podéis estar seguros que
el poder del hombre no es nada comparado con ella.
Estad tranquilos, queridos hijos, y confiad en Mí, vuestro
bienamado Padre. Mi Amor es tan grande que no puede ser disuelto, sin importar
cuán graves sean vuestros pecados. Yo estoy permitiendo estas pruebas,
tribulaciones y perversos planes de borrar todo rastro de Mi Hijo, pero solo
por un corto tiempo.
Nunca tengáis miedo de Mis Planes, porque ellos tienen un
propósito y ese es el de erradicar toda maldad y traeros una vida de Gloria, en
concordancia con Mi Santa Voluntad. Vosotros tenéis mucho por lo que guardar la
esperanza. Todo lo que pido es que recéis y sigáis todo lo que Yo os he
dado, en este tiempo, a través de Mi Santa Misión de traeros a todos, el último
e inestimable Regalo que Yo he creado para vosotros en el Nuevo Cielo y la
Nueva Tierra – Mi Nuevo Paraíso - tal y como fue supuesto ser, cuando Yo creé a
Adán y a Eva.
Siempre recordad Mi Amor por todos vosotros, cuando os
sintáis débiles o vulnerables, porque es tan grandioso que está más allá de
vuestra comprensión.
Vuestro Bienamado Padre
Dios el Altísimo