Domingo 12 de enero de 2014 a las 20:28 hrs.
Mi queridísima bienamada hija, sino fuera por Mí,
Jesucristo, desde donde hablo al mundo en este momento, muchas almas nunca
entrarían en las Puertas del Paraíso.
Muchísimas almas ingratas no obedecen ya más Mis Leyes, y
por lo tanto, crean en su lugar sus propias interpretaciones, las cuales
encuentro repulsivas. Las Reglas/Normas consernientes a la Verdad fueron
dadas - como un Regalo a la humanidad – como un medio para permitir al hombre
ganarse el derecho para la salvación. ¿No sabéis que no podéis vivir con
vuestra versión de las Leyes de Dios y luego esperar entrar en el Paraíso?
La arrogancia del hombre ha sobrepasado el Espíritu de
humildad. El hombre ya no sirve a Dios de la forma que se le ordenó hacer. En
vez de hacerlo, ha creado, de su propia imaginación, una visión de lo que él
cree que es el Cielo. Hoy, ningún siervo Mío – esos designados para estar
a Mi servicio – ni siquiera menciona la existencia del Infierno. La mera
mención de la palabra “Infierno”, incomoda a Mis sagrados siervos, porque temen
al ridículo que tendrían que afrontar de una sociedad secular, la cual ha sido
engañada. El infierno es la casa de tantísimas pobres almas y cuanto me
duele ver almas desprevenidas, sumergirse/caer en el abismo del terror, en
el momento que ellos toman su última exhalación.
Los hijos de Dios deben ser prevenidos ahora de la urgencia,
para rezar por las almas que están ciegas a la Verdad. Muy pronto, el Infierno
será declarado formalmente como un lugar, que no existe. A las almas se
les dirá que todos los hijos de Dios, siempre que vivan razonablemente y lleven
vidas decorosas – sin importar si creen en Dios, o no – se les dará la Vida
Eterna. Pero esto será una mentira. No hay retorno del Infierno. Es para la
Eternidad.
Muchas almas que externamente me rechazan, ambas privada y
públicamente, se pudrirán en el Infierno. Su amargo remordimiento se hará peor
por el terrible y doloroso sufrimiento y por el odio de Satanás. Una vez
en el Infierno, Satanás se les revelará a ellos en todas sus perversas y viles
formas, y su odio por ellos los llenará cada segundo. La repugnancia de ellos
por él, en sí misma – la misma bestia a la que ellos rindieron honores durante
sus vidas en la Tierra – será la causa de muchos de sus sufrimientos. Pero,
será su separación de Mí y el dolor de la oscuridad que experimentarán, lo que
les causará la mayor angustia.
Cualquier hombre que os diga, en Mi Nombre, que el Infierno
no existe, no tiene ningún interés en ayudaros a salvar vuestra alma. Cuando
estéis convencidos de que el Infierno no existe, entonces aceptáis
equivocadamente que el pecado es irrelevante.
No Me podéis servir si creéis que el pecado no existe. No
podréis vivir una vida Gloriosa por la Eternidad en Mi Reino, si no me pedís
perdón por vuestros pecados. Éste es el grano de la nueva – pronto a ser
introducida – doctrina, que seréis forzados a tragar. Aquí es cuando
seréis engañados para desatender la preparación de vuestras almas para el Gran
Día del Señor, cuando Yo venga a reclamaros como Míos.
Os digo esto para advertiros/avisaros – no para
asustaros. Os ruego que aceptéis el pecado como parte de vuestras vidas, pero
os insto que continuéis evitando los siete pecados capitales, porque cuando lo
hacéis, estaréis a Mi Favor. Debéis siempre confesar vuestros pecados. Hacerlo
diariamente. Hablar Conmigo y pedirme que os perdone. Para aquellos de vosotros
que no recibís el Sacramento de la Confesión – aquellos que seguís muchas fes/creencias y
religiones – entonces tenéis que aceptar el Regalo que os dí de la Indulgencia
Plenaria. (Cruzada
de Oración 24)
Cuidad de vuestra alma, porque es vuestra alma la que vivirá
por siempre. Viviréis en uno de dos lugares, por la eternidad – en el Infierno
o en Mi Reino.
Vuestro Jesus
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