Domingo 25 de agosto de 2013 a las 18:00 hrs.
Mi queridísima hija, Yo he de legar un gran don sobre
el mundo debido a esta Mi Santísima Misión. Voy a salvar a 200 millones de
almas, sin vacilación, independientemente de cuánto me ofenden, y lo haré la
próxima semana debido al sufrimiento asociado con esta Misión.
Mi Acto de Intervención es debido a tu petición, hija Mía, y
continuaré otorgando grandes dones conforme esta Misión continúa. Aquellos
quienes me aman soportarán, con paciencia, la persecución que enfrentan y
continuarán soportando, porque este es Mi Deseo.
Aquellos que te persiguen a ti, Mi querida pequeña, porque
continúas proclamando la Santa Palabra de Mi Hijo, deben saber esto. Si ustedes
demonizan a Mi Hijo, los castigaré. Si demonizan Su Santísima Palabra y luego
dicen que son un hijo de Dios, los lanzaré al desierto. Nada impedirá que Mi
profeta complete esta Misión. Nada. Por más que traten, fracasarán, ya que
estarán peleando una guerra que nunca ganarán. Mi Omnipotencia no puede
ser tocada, manipulada o desafiada. Reten Mi Intervención Divina para salvar al
mundo y sentirán Mi Ira. Serán destruidos. Teman ustedes, aquellos quienes
se levantan y maldicen a Mi Hijo. Su orgullo y su desobediencia serán su
perdición. He advertido, a través de los profetas de la antigüedad, las
consecuencias de ignorar Mi Voz.
Ahora sigo adelante para finalizar el comienzo de la
arremetida final sobre la humanidad. He permitido que la batalla final
tenga lugar. Le he dado al maligno la última oportunidad para infestar a
aquellos quienes que se sienten atraídos por él. Hago esto para que por la
Misericordia de Mi Hijo, las almas desafíen a la bestia. Harán esto debido
a su lealtad a Mi Hijo. A aquellos, quienes no me conocen a Mí o a Mi Hijo, se
les darán grandes Gracias para que acepten la salvación. Toda salvación es
por el Poder de Mi Misericordia. Solo aquellos obstinados corazones
endurecidos permanecerán fieles a la bestia. Jalaré a todos los demás hacia Mí.
Me aseguraré de que toda oportunidad le sea dada a cada alma, para que puedan
redimirse a sí mismas, ante Mi Hijo, antes del último día.
Esta Misión Final ha sido creada en el Cielo desde el
principio. Todos los Ángeles y Santos trabajan en unión para traer a todos Mis
Hijos de regreso a Mí, su amado Padre. La jornada final es ahora. Todos
los que caminan con Mi Hijo, quédense cerca de Él en este momento. Ustedes no
serán capaces de soportar esta dolorosa jornada a menos que escuchen lo que Él
les dice. No se dejen influenciar por aquellos quienes trabajarán día y noche
para obligarlos a dar su espalda. Si permiten que esto suceda, encontrarán muy
difícil levantarse de nuevo.
No son nada sin Mi Hijo. No son nada sin Mí. Hasta que
entreguen todo y sigan la Verdad, nunca la encontrarán.
Traten de impedir que la Verdad sea dada al mundo por Mí, su
Creador y los fulminaré y su llanto no será de ningún consuelo. Lanzaré a los
orgullosos y arrogantes, quienes creen que saben más que Yo, al desierto. No
tendrán éxito cuando desafíen Mi Palabra y nieguen Mi Presencia cuando trato de
salvarlos.
Hombre desagradecido Les queda poco tiempo. Al escucharme,
pueden venir a Mí, pero solo pueden hacer esto cuando se rebajen y caigan en
humildad ante Mi Hijo. Mi misión ha alcanzado una fase muy peligrosa ya
que todo esfuerzo será hecho por aquellos quienes son Mis enemigos para destrozarla. Esto
puede parecer que sucede, pero sepan que aquellos enemigos Míos tienen muy poco
tiempo y pronto, cuando Mi Paciencia se haya agotado, ya no serán más, porque
nunca verán Mi Rostro.
Su Padre
Dios Altísimo