Miércoles 11 de septiembre de 2013 a las 16:30 hrs.
Mi niña, mi Corazón está entrelazado con el de mi amado
Hijo, Jesucristo, en este momento de gran dolor cuando la persecución de todos
los hijos de Dios está aumentando.
Cada persona en el mundo, particularmente aquellos sin
dinero, influencia o posesiones, sufrirán debido a la codicia de aquellos
quienes controlan muchas naciones. Mi trabajo para ayudar a mi Hijo a alcanzar
la parte final de Su Alianza para salvar a la humanidad ha comenzado a ser
visto en muchas formas. Yo, por el Poder de Dios, guiaré a todos aquellos
quienes están consternados por la aflicción, debido al sufrimiento en sus
vidas, dentro del Refugio de la Protección de mi Hijo. Aquellos quienes tienen que
soportar tal pobreza, tal hambre, tal angustia, tal injusticia - cualquiera que
sea – serán consolados cuando me pidan que rece por ustedes.
A aquellos de ustedes quienes tienen que sufrir, porque dan
testimonio de Jesucristo, el Salvador de la humanidad, se les dará fuerza
adicional en este tiempo cuando me pidan que los ayude. La mayor injusticia
dentro de la Iglesia de mi Hijo pronto será presenciada, donde tanto creyentes
ordinarios como siervos sagrados por igual, serán acusados de desobediencia en
contra de las Enseñanzas de Jesucristo.
Se les pedirá que tomen un juramento – a ser recitado como
el Credo de los Apóstoles – para declarar su lealtad a una forma alterada de
adorar a Dios. Al jurar, a través de este juramento, no reconocido en la Santísima
Biblia, colocarán su alma en gran peligro. La liturgia será cambiada y nuevas
incorporaciones declaradas, mientras que otras partes, recitadas por muchos
años, ya no se darán a conocer. Este malvado plan será justificado porque se
tomarán todos los atributos asociados con mi Hijo y declararán que estos son la
razón para tales cambios.
Es por esto que aquellos de ustedes que son leales a mi Hijo
lo encontrarán profundamente perturbador y sus almas sufrirán grandemente. Y
mientras que continuarán rindiendo homenaje a mi Hijo, serán ridiculizados por
no reconocer la nueva interpretación del catolicismo y del cristianismo. Nunca
deben perder valor, durante estas pruebas, porque ustedes son, queridos hijos,
favorecidos por Dios y Él permanecerá con ustedes hasta el final.
Nunca se aparten de la Verdad. Nunca crean nada, lo cual no
proviene de Dios.
Su amada Madre