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lunes, 19 de agosto de 2013

Madre de la Salvación: Qué hombre podría jamás rechazar esta nueva existencia perfecta

Viernes 9 de agosto de 2013 a las 18:38 hrs.

Mi niña, cada esfuerzo se hará por el maligno para animar a todas las almas, incluyendo a aquellas quienes están más cercanas al Corazón de mi Hijo, para rechazar y negar Su Segunda Venida.

De la misma manera como el espíritu del mal luchó contra mí, la Madre de Dios, en el tiempo que precedió al nacimiento de Jesús, la misma oposición será presenciada conforme Su Segunda Venida se acerca.

Muchas personas están ciegas a la Promesa hecha por mi Hijo, cuando dijo que vendría otra vez. Muchos, quienes no aceptan que Su Segunda Venida ocurrirá pronto, no están preparados porque no pueden aceptar que se llevará a cabo en su tiempo de vida. Considerando que, en los días poco después de la muerte de mi hijo en la Cruz, Sus apóstoles pensaron que presenciarían Su Segunda Venida. Esta creencia fue también prevalente en las mentes de los cristianos muchos cientos de años más tarde. Pero este no es el caso hoy. Algunos creen que la Segunda Venida se refiere a una vieja parte de la Sagrada Escritura y que es un evento el cual forma parte del futuro. No creen que la Segunda Venida tenga alguna relevancia para ellos en el mundo moderno de hoy. Todo en el mundo de hoy se basa en el materialismo, la inteligencia humana moderna y las grandes maravillas que brotan de los grandes avances en la ciencia.

Hijos, deben prepararse. No deben estar asustados. Es debido a que son muy amados por mi Hijo que Él regresa pronto para traerles una gran paz, una gran libertad de tristeza y desesperanza – la cual es causada directamente como resultado del pecado en el mundo.

La Segunda Venida de Cristo es lo que la humanidad necesita para sobrevivir. Si Jesús no viene pronto, como predicho, entonces el mundo sería destruido y el hombre sería abandonado. Este don les traerá una nueva vida, un nuevo comienzo maravilloso y glorioso en el Nuevo Paraíso. Será la mayor renovación de la Tierra y con ella vendrá la Vida Eterna. Qué hombre podría jamás rechazar esta nueva existencia perfecta. Nadie, si le es dado el conocimiento completo de esta Nueva Era de Paz, donde el Paraíso será restaurado, volvería su espalda. Ni un solo pecador querría ser excluido, pero tristemente las mentes de muchos estarán cegadas a la Verdad. En cambio, ellos creerán que la paz será suya cuando se traguen las mentiras, las cuales pronto les serán presentadas, en la creencia equivocada de que vienen de Dios.

Oren, oren, hijos, que sean bendecidos con el don de la visión, dada a aquellos de ustedes quienes son dignos de ser otorgados el Don del Espíritu Santo. Solo aquellos quienes aceptan la Mano de Misericordia, de la Mano de Dios, serán llevados a una vida de eternidad.

Su amada Madre

Madre de la Salvación