Domingo, 6 de mayo del 2012, a las 19:30 hrs.
Mi muy querida y amada hija, vengo a suplicar a Mis
seguidores que alivien Mi sufrimiento.
El dolor y la persecución que me infligen las sectas que
trabajan en secreto para derrocar la Santa Sede son severos.
Cómo Me hieren actuando así.
El engaño y la crueldad de su trama en Mi contra son
difíciles de soportar.
Tiemblo cuando veo el odio absoluto que sienten por Mí en
sus corazones.
Satanás ha robado sus almas, sus mentes, sus espíritus y sus
cuerpos. Ellos aún son hijos de Dios, pero no quieren tener nada que ver con Mi
Padre.
Ahora sus planes se están llevando a cabo ante vuestros
ojos, incluso ante los ojos de Mis siervos sagrados aunque ellos no lo puedan
ver.
Los caminos perversos tras los que se esconden, consiguiendo
aún así controlar Mi Iglesia, rompen Mi corazón.
Yo haré cualquier cosa para conseguir que se detengan, pero
cuán negras están sus almas.
Tu sufrimiento, hija Mía, será usado para ayudar a salvar
las almas de los que aún puedan tener una chispa de amor en su interior y
respondan a Mi llamada.
Os urjo a que recéis por esas almas que trabajan como un
ejército entregado, con poco amor por Dios en sus corazones.
Todavía existe una luz, la Luz Divina de Mi Padre, presente
en sus almas. Sólo la oración y el sufrimiento pueden ayudarles.
Ellos no vencerán y no podrían derrotar a Mi Iglesia, porque
Yo soy la Iglesia.
Vosotros, Mis seguidores, sois la Iglesia. Ellos no pueden
combatir a los que están en la Luz, porque ésta les enceguecería.
Con el tiempo, se darán cuenta de que no tendrán más que un
instante para hacer su elección final.
Rezad para que acepten Mi mano de Misericordia en vez de
permitir ser arrastrados al lago de fuego por la eternidad.
Por culpa de esas almas que ultrajan Mi Iglesia, Yo revivo
la flagelación en la columna a cada segundo del día.
No podré descansar jamás si no puedo salvarles.
Ayudadme. Exhorto a todos Mis seguidores a rezar por esos
pecadores.
Vuestro amado Jesús
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