Sábado, 14 de abril de 2012 a las 15:27 hrs.
Mi queridísima bienamada hija, no importa cuán difícil sea
tu sufrimiento físico, debes reconocer que es así como éste continúa intensificándose, como Yo
siento.
Tu sufrimiento refleja solo una fracción de Mi propio
sufrimiento.
En unión Conmigo, tú sabrás que por cada dolor y oscuridad
interior del alma que tu experimentes,
sabrás del tormento que Yo padezco por los pecados de la humanidad.
Mucha gente, erróneamente, cree que Mi sufrimiento comenzó y
terminó en la Cruz.
Mi sufrimiento no terminará, hasta que todos los hijos de
Dios estén unidos en amor y armonía, en donde ningún pecado existirá en el
Nuevo Paraíso de Mi Padre.
No importa cuánto haya sido dicho a la humanidad acerca de
Mi existencia, todavía Me odian.
Entre los creyentes, aunque soy aceptado, Mis enseñanzas son
solo toleradas, por ellos, basadas en sus propias condiciones.
Muchos tratarán a otros con amor y bondad, pero solo si
aquellos, a los que hacen este ofrecimiento, corresponden a sus propias
ideologías.
Por ejemplo, muchos condenarán a los pecadores, cuando
deberían mostrarles bondad y rezar por ellos. Ellos deberían, sin embargo,
predicar con el ejemplo.
Algunos derraman desprecio sobre otros, en vez de mostrar el
amor que se espera de ellos como Cristianos.
Nunca condenéis a otros, incluso si no estáis de acuerdo con
ellos, porque ese no es vuestro derecho. Nadie, solo Dios, tiene la autoridad
para juzgar a otro.
Mientras muchos creyentes continúan rindiéndome homenaje,
esto lo hacen con sus propias condiciones.
Algunos sentirán la necesidad de diferenciarse de sus
hermanos y hermanas, para mostrar al mundo cuánto saben en asuntos
espirituales. Ellos entonces usan sus propias interpretaciones de lo que Mi
Misericordia realmente significa.
¿Cuántas veces han oído que Dios es todo misericordia? “Él
es tan misericordioso que, porque Él ama a todos, ¿Él nunca los
condenaría?”
“Que Él ¿nunca enviaría un alma al Infierno?”
Bueno, esto es una mentira. Tantas mentiras, en donde la
existencia del Infierno es negada, será la caída de los cristianos.
Las personas se condenan ellas mismas al Infierno. Yo no las
pongo ahí. Ellos lo eligen, al negarse a dar su espalda al pecado mortal.
Tampoco buscarán perdón ni mostrarán remordimiento. Esto es
un pensamiento peligroso y es el deber de todos los Cristianos, advertir a
otros de los peligros del Infierno.
Tantos, incluyendo a aquellos que rechazan a sus hijos el
sacramento del Bautismo, hablan como si el pecado ya no importara más.
Ellos creen que todo pecado “será” perdonado. Esto no es
correcto.
Todo pecado “puede” ser perdonado, no importa cuán oscuro
sea, pero sólo si el pecador busca perdón.
Ahora os hablo desde el Cielo para preparar a todos los
hijos de Dios para Mi Segunda Venida y ¿qué encuentro?
Os hablo desde detrás de las paredes de la prisión y en una
celda dentro de la cual Me habéis metido, porque rehúsáis creer que Yo podría
hablaros de esta manera.
¡Oh, cómo Me ofendéis!
A aquellos que han dedicado sus vidas devotos a Mí y que
están bien informados acerca de Mi Sagrada Escritura, pero que ahora me
rechazan, les digo esto:
Vuestros rechazos de Mí ahora, os dejarán atormentados y con
gran dolor, cuando la Verdad os sea
revelada.
Porque entonces, os daréis cuenta de las almas que
hechásteis a un lado, cuando Yo necesitaba vuestra ayuda para salvarlas.
Cómo Me hacéis llorar con la frustración de vuestra ceguera,
causada por vuestra falta de humildad.
Dudáis de Mi Santa Palabra cuando deberíais abrazarla,
sujetarla, porque vosotros sois un alma que se ahoga y no tenéis generosidad de
corazón.
Os suplico que respondáis a Mi llamada.
Vuestro bienamado Jesús,
Redentor de la Humanidad
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