Miércoles 14 de enero de 2015 a las 15:40 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, cuando un niño de padres
amorosos siente/percibe amor, él o ella se criarán/educarán con un gran
sentimiento de bienestar y familiaridad.
El amor entre un niño - que tiene la dicha de tener padres
amorosos- y la familia, se origina de un arraigado sentimiento de confianza.
Esta confianza es absoluta. Lo mismo sucede con toda alma viviente que
incondicionalmente me ama. Mi Amor por ellos es inquebrantable. La confianza es
la clave para el amor verdadero. Cada hijo Mío es amado, aunque el amor de
ellos hacia Mí no esté siempre ahi.
Amadme y sentiréis paz. Amadme y amaréis a todos los que son
hijos de Dios. Este amor es algo natural. Sin él no podéis estar
sanos/completos.
Cuando Yo estoy en vosotros, veréis el mundo como Yo lo veo
en todo su esplendor, así como también en sus imperfecciones. Vosotros
reconoceréis los obstáculos que enfrenta la humanidad y sentiréis desdicha
cuando presenciéis el odio en cualquier forma, porque el odio es lo contrario
del amor.
Orad, orad, orad para que el amor hacia(a) Dios permanezca
vivo en el mundo, ya que sin él os sentiréis desolados y aislados.
Amadme como Yo amo a todos los hijos de Dios y
vertiré/derramaré grandes Gracias sobre vosotros y venceréis/derrotaréis al mal
en todas sus formas.
Vuestro amado Jesús