Sábado 29 de noviembre de 2014 a las 14:25 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, es a través de los débiles,
los vulnerables, los solitarios y los humildes que manifiesto Mi
Divinidad. Mi Poder se extiende(recorre) a través de esas almas en(conforme
a) Mi Santa Voluntad y, es a través de ellos, que puedo lograr Mi Plan para la
salvación de la humanidad.
Cuando aquellos quienes han sido llamados por Mí, para
proclamar Mi Santa Palabra, son desviados de las obras Santas, debido al pecado
del orgullo, tratan de definir Mi Palabra con un respeto exagerado por su
propio intelecto humano. Se olvidan de que, para seguirme, ya ha sido
establecido y que es Mi Santa Palabra la que debe ser escuchada, y no el sonido
de sus propias voces. Es por el pecado de la lujuria que ellos descartarán
Mi Palabra, en su ambiciosa búsqueda de brillar más que Yo y buscar
glorificación. Es por el pecado de la pereza, a causa de la desidia/dejadez,
que van a ser culpables de la última traición, cuando no puedan seguir siendo
fieles a Mí debido a la falta de fe y valor.
Y en consecuencia esto estará/pasará al último en el
período previo a Mi Segunda Venida que los que creen que son más dignos, más
calificados, pero llenos de orgullo, se enfrentarán a un reproche amargo y
abajo caerán. Los débiles, los humildes y los que están en una posición
inferior quienes son considerados ser de poca importancia por los seguidores en
Mi Iglesia, pero quienes se aferrarán a la Verdad, son los que serán envueltos
por Mí en el Gran Día. Yo los llamaré y les haré señas para que se
acerquen a Mí mientras los reuno/congrego en Mi Reino. Ellos llorarán
lágrimas de alegría.
Entonces Yo reuniré a los que no me conocen, pero quienes
serán despertados por Mi Luz - almas buenas, con corazones de oro - y diré
“venid aquí a Mi Refugio." Y luego, los pecadores que cometieron
terribles atrocidades, pero que me pidieron Misericordia, serán llamados y les
diré: “vengan, los perdono porque ustedes buscaron la reconciliación. "
Y luego, esos traidores Míos, que una vez me conocieron,
pero que me dieron la espalda, vendrán pero no van a ser capaces de mirarme a
los Ojos. Ni tampoco van a buscar Mi Misericordia y yo les diré “apartaos de
Mí, no sois dignos de entrar en Mi Reino.”
Finalmente aquellos que entregaron su derecho innato* a
la bestia, nunca vendrán ante Mí porque serán arrojados al horno junto con los
que me perdieron las almas de aquellos en Mi Iglesia en la Tierra, quienes los
siguieron a ciegas en la oscuridad de la noche.
Entonces será por todas partes y, en una fracción de
segundo, un nuevo comienzo - un nuevo mundo en la Tierra como estaba destinado
a ser. Un mundo sin fin.
Vuestro Jesús
Derecho innato* = derecho natural con el que nacimos