Lunes 3 de noviembre de 2014 a las 23:50 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, la eutanasia es un pecado
mortal y no puede ser perdonado. Aquél que ayuda, asiste o decide quitarse
la vida, por la razón que sea, comete un pecado terrible a los Ojos de Dios.
Éste es de todos los pecados, uno de los mayores el tomar/terminar una
vida, y además declarar que la muerte deliberada prevista de cualquier persona,
es una cosa buena. Entre los muchos actos cuidadosamente planeados en
contra de Dios, que están siendo presentandos deliberadamente al mundo en este
momento, con el propósito de animar a la gente a que peque contra Dios, está el
pecado de la eutanasia. No os equivoquéis, la eutanasia es un acto
aberrante a Mis Ojos, y lleva consigo graves consecuencias para aquellos que
participan en el acto.
Es un pecado mortal matar a cualquier alma y esto incluye a
las almas desde el momento de su concepción, hasta los que viven sus últimos
meses en la tierra. Nada puede justificar el quitar la vida humana, cuando
se lleva a cabo en el pleno conocimiento de que la muerte se producirá en un
momento determinado. La muerte causada a otra alma viviente niega la
existencia de Dios. Si aquellos que son culpables de este acto aceptan la
existencia de Dios, entonces, mediante la realización de tal acto, rompen el
5 º Mandamiento.
Hay un plan, en este momento, para animar a millones de
personas a reducir la vida del hombre - tanto la vida del cuerpo como la vida
del alma. Cuando vosotros lleguéis a ser participante voluntario en
un acto, el que profane la santidad de la vida humana, no tendréis vida - la
Vida Eterna - y la salvación no puede ser, ni será, vuestra.
Vuestro Jesús
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