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viernes, 7 de marzo de 2014

Madre de la Salvación: El Amor y solo el Amor viene de Dios. El Odio solo viene de Satanás. No hay nada en medio

Jueves 27 de febrero de 2014 a las 14:48 hrs.


Hija Mía, hay mucho odio en contra de esta Misión de Salvación, porque el maligno no quiere perder ni un alma para Dios. Cuando Dios habla a través de un profeta, crea indignación en el Infierno. Todo esfuerzo es hecho por el maligno para silenciar la Palabra de Dios, en estas circunstancias. Él, Satanás, hará todo lo posible para envenenar a las personas contra cualquier cosa que salve las almas a la humanidad.

Él esparcirá el odio hasta que las almas, que están llenas de su odio, se vuelvan voluntariamente agentes suyos, hasta que ya no controlen lo que hacen. Llenos de su indignación, les resultará imposible sentir amor en sus corazones por aquellos que ellos creen que son sus enemigos. Entonces, ellos empezarán a odiarse a sí mismos y cuanto más pequen contra Dios, serán llenados con una angustia terrible. Con el tiempo, cuando el odio de este tipo se apodere de las almas, no estarán en condiciones de liberarse a sí mismos de Satanás. Mucha oración se necesita por esas almas. Si un alma blasfema contra la Palabra de Dios, ellos se enfrentarán a una lucha contra la bestia, tan feroz, que les va a hacer imposible extraerse a sí mismos de su poder. Su maldición en contra de Dios se convierte en su maldición y nada se puede hacer por ellos, en esa etapa.

Las almas que están llenas de odio, no hablan la Palabra de Dios, porque esto no puede ser. El odio nunca se derramará de los labios de aquellos que verdaderamente aman a Dios. Nunca deben subestimar el poder de Satanás, porque él puede atrapar a cualquier alma, no importa lo buenos que sean. Al principio, él, el malvado, va a ser muy convincente cuando inunde a la víctima con sus mentiras. Él incluso creará un sentido espiritual de que soy yo, la Madre de Dios, quien se está comunicando con el alma. Él usará el amor del alma de Dios para inculcar, dentro de ella, un sentimiento de indignación contra lo que el alma percibe ser un acto de maldad, hecho o palabra. Él atrapa las almas que pueden, a veces, ser fieles servidores de Dios. Pero, una vez que un alma permite que el maligno lo llene con cualquier forma de odio, a él o a ella le será imposible llegar a ser libre de él. Sólo la oración y grandes actos de penitencia y humildad, le pueden alejar. Después de un tiempo, el alma sabrá que hay algo preocupante, cuando la ira, el malestar, la ansiedad y la completa falta de paz, se apodere del alma. El maligno no descansará, hasta que el alma, finalmente, se vuelva contra Dios y blasfeme contra Él.

Hijos, nunca debéis comprometeros con aquellos que ponen dudas en vuestra alma acerca de la Perfección de Dios. Cuando os comprometéis con los que maldicen a Dios, os contaminaréis. Al hacer esto, también estaréis llenos de un odio, que vosotros nunca habéis sentido antes. A continuación, necesitaréis de una gran ayuda e intervención, antes de que podáis ser tenidos por dignos de estar en la Presencia de Dios de nuevo.

No hagáis caso de cualquier forma de odio, porque nunca podría venir de Dios. Solo hay una fuente de la que evoluciona el odio y es Satanás. Si os comprometéis con Satanás y con aquellos cuyos corazones él llene de odio, entonces, este veneno se derramará en vuestra alma. Ignorad esta situación. Permaneced en silencio. Orad por aquellas almas que odian a los demás. Vosotros debéis recitar mi Santo Rosario para protegeros de esta tentación.

Os advierto de estas cosas, ya que el poder de Satanás es tan fuerte en este momento, en su intento de robar las almas de todas las personas en todo el mundo que creen en mi Hijo, Jesucristo, y de los que son leales a mí, Su amada Madre. Por favor prestad atención, en este momento, recitando esta Oración para protegeros del odio.

Cruzada de Oración (138) Protección contra el odio

Oh, Madre de la Salvación, protégeme de todo tipo de odio. Ayúdame a permanecer en silencio, cuando sea enfrentado por el odio. Mantenme fuerte en mi pertenencia a Jesucristo, cuando estoy más débil. Sella mis labios. Ayúdame a volverle la espalda a los que me comprometen con palabras, que niegan las Enseñanzas de tu Hijo o de aquellos que se burlan de mí a causa de mi fe. Ruega por estas almas, querida Madre, para que puedan renunciar a Satanás y sentir la paz de tu amor y el Reinado del Espíritu Santo, dentro de sus almas. Amén.

El Amor y solo el Amor viene de Dios. El odio solo viene de Satanás. No existe nada en medio. Nada. O estáis con mi Hijo o estáis contra Él.

Vuestra amada Madre
Madre de la Salvación