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viernes, 28 de marzo de 2014

¿De qué me sirve, si un hombre se presenta ante Mí rezagandose y disgustandose por estar esperando? Es inútil.

Domingo 23 de marzo de 2014 a las 11:30 hrs.


Mi muy querida bienamada hija, es importante extender el amor que algunos de vosotros tenéis por vuestra familia, al exterior de vuestro hogar. Insisto a todos vosotros, a ver a los que conocéis, a los que no conocéis, a vuestros enemigos, así como a aquellos cercanos a vosotros, tal y como lo hariais si ellos fueran vuestros hermanos naturales. Mucha gente ha olvidado cómo amar a otros, así como Yo os he amado. No es fácil amar a los extraños, pero os digo que - seais amables con los demás y mostradles respeto, incluso si os rechazan. Por encima de todo, debéis mostrarles caridad. Debéis cuidar de las necesidades de los demás, como si Yo os hubiera enviado para cuidar de ellos directamente.

Cuando os di Mi Palabra, era Mi Deseo que todas las almas sean salvadas. Con el fin de ser salvos, no debéis ser egoístas y preocuparse sólo de vuestras propias almas. Vosotros, Mis amados seguidores, tenéis la obligación de compartir los Regalos que Yo os traigo ahora, por medio de estos Mensajes, a los demás. Compartid Mi Amor con los demás y, especialmente, con vuestros  enemigos. Orad por todos aquellos que necesitan de Mi Intervención. Tratadlos con paciencia. Cuando les déis Mis Regalos, Mis Oraciones y el Sello de Protección del Dios Vivo, entonces tenéis que retiraros y darles tiempo para que acudan a Mí. 

No os instruyo para obligar a la gente a aceptar el Libro de la Verdad. Por su libre albedrío, será de su propia elección, si ellos desean o no escucharme. Asegurad/garantizad  a esas personas que toda Intervención será hecha por Mí, Jesucristo, para conquistar/ganarme sus almas. El más débil de entre ellos responderá, de alguna manera, a Mi Llamada. Los que tienen odio en sus almas por Mí encontrarán, en algún momento, un ablandamiento de sus corazones, y ellos no comprenderán por qué es esto. Por consiguiente debéis siempre traerme almas, a través del amor y la paciencia.

¿De qué me sirve, si un hombre se presenta ante Mí rezagandose y disgustandose por estar esperando? Es inútil. Las Oraciones de la Cruzada, las que He dado al mundo, son tan poderosas que, a través del Amor de Dios a las almas de todos aquellos por quienes vosotros suplicáis, les será mostrado gran Amor, Compasión y Misericordia, por Mi parte. Todo lo que tenéis que hacer es darles las Oraciones y luego pedirme que atraiga a estas almas hacia Mí. Porque jamás rechazo al pecador que está más necesitado de Mi Misericordia.

Vuestro Jesús