Lunes 17 de febrero de 2014 a las 00.15 hrs.
Mi queridísima bienamada hija, cuando llegue el momento
del Día del Juicio Final, muchas almas me habrán negado y habrá mucho miedo en
sus corazones. Porque para entonces, la Verdad será como un lago claro y cristalino,
sin una mancha. Tan clara será la Verdad, que será tal y como si se estuvieran
mirando en un espejo. ¿Y qué verán? Ellos verán Mi Cara, Mi Tristeza, Mi
Amor, Mi pesar, Mi indignación y luego, ellos presenciarán Mi Justicia, porque
para entonces no puede haber vuelta atrás.
El tiempo dado a la humanidad para que se rediman es ahora.
Yo he concedido este tiempo para prepararos a todos vosotros. Utilizadlo
sabiamente y veréis la Gloria de Dios. Despilfarradlo y nunca veréis la Luz de
la Gloria de Mi Reino. Tendréis, sin embargo, que soportar la eterna separación
de Mí. Vuestra única compañía será una manada de lobos – demonios
encolerizados – en el abismo, que es la casa de la bestia. Todos aquellos
que sucumban a la perversión, sin importar en qué grado, caerán más y más lejos
de Mí cuanto más nieguen la Palabra de Dios.
Este tiempo ha sido dado a la humanidad, para que así ellos
se preparen a sí mismos adecuadamente. Mi Misión es la de retirar las telarañas
de vuestros ojos, para que Yo pueda mostraros lo que necesitáis hacer, y de
esta forma Yo pueda daros la bienvenida a Mi Nuevo Paraíso.
Esta Misión puede ser vuestra única oportunidad para
permitiros que agarréis Mi Mano, antes de que os sumerjáis en el gran vacío del
engaño. Satanás ha declarado que él continuará robando las almas de
aquellos que me Aman. Su único objetivo, en este momento, es arrastrar lejos de
Mí a aquellos que verdaderamente me Aman. Por lo tanto, él colocará toda duda y
toda mentira y blasfemia en esas almas que viven sus vidas de acuerdo a la
Verdad. A través de su influencia, esta gente me abandonará. Satanás
orgullosamente se burla de Mí, ahora y cada vez que pierdo un alma para él. Él
jura que nunca dejará de interferir con cada Misión en la Tierra, las cuales
han sido bendecidas por Mí, para salvar almas.
Nunca debéis enfrentaros con mis enemigos, ni defenderme
contra ellos. Nunca perdáis la guía de la Santísima Biblia. No permitáis a
ningún hombre corromperla. Ignorar a aquellos que traten de convenceros de que
Dios consentiría cualquier intento de cambiar ni una sola palabra, ni una sola
profecía, ni un solo Mandamiento, porque ese es el pecado más grande. Nunca
rompáis el Primer Mandamiento. Nadie se puede poner a él mismo por delante
de Dios.
Quienquiera que peque de entre vosotros, debe seguir
viniendo a Mí, una y otra vez. Nunca tengáis vergüenza de venir corriendo hacia
Mí. No os permitáis estar llenos de odio de ningún tipo. Es vuestro
pecado lo que Yo detesto – aunque lo perdono. Os quiero y seguiré amándoos. Es
porque Yo os amo que he concedido este tiempo para traeros a todos
juntos. No permitáis que el mal os separe de vuestro hermano o hermana. No
escuchéis nada ni a nadie que intente alejaros de Mi Obra – esta Misión de
Salvación.
Vuestra lealtad hacia Mí es importante, porque sois
vosotros, Mi Ejército Remanente, el que será el instrumento para salvar al
resto del mundo de sufrir el mismo destino que aquellos que rechazaron escuchar
a Noé. Cualquiera que sea responsable de llevarse una sola alma de Mí,
sufrirá por esto. Mi ira llega a su punto máximo, cuando, no contentos con
concentraros en el estado de vuestras propias almas, vosotros deliberadamente
intentáis llevaros a otras con vosotros, lejos de Mi Amor y Mi Reino.
Habéis sido advertidos antes de las
consecuencias. Ahora, Yo os lo recuerdo otra vez. Llevaros un alma – una vida –
lejos de Mí y vuestra propia vida – la Eterna Salvación – ya no será más
vuestro derecho.
Vuestro Jesus