Domingo 1° de diciembre de 2013 a las 16:12 hrs.
Hija Mía, soy la mujer vestida con el sol, y es el sol, el
que representa la Luz de Dios en el mundo. Sin el sol, no hay luz. Sin luz, no
hay vida. Sin Dios, hay sólo muerte.
Mi labor como Madre de la Salvación, en donde asistiré/ayudaré a
mi Hijo en esta última Misión, Su Plan final para completar el Pacto/Alianza de
Su Padre para traer la salvación a cada alma, significa que haré todo lo que
pueda, para traerle las almas que Él tanto desea. Me gustaría que se sepa
que he sido nombrada, no sólo la Reina del Cielo, sino Reina sobre las doce
tribus de Israel. Doce naciones reinarán en la Nueva Jerusalén. Las doce
estrellas, en mi corona, que fueron colocadas sobre mi cabeza por mi Hijo
amado, Jesucristo, durante mi Coronación, indican esta profecía. Cada una de
estas estrellas representan las doce naciones, que van a evolucionar/desarrollarse en
el Día del Juicio.
Todas las almas, incluyendo a los que se levantarán de entre
los muertos, así como aquellos que están vivos en el mundo hoy y quien
permanece en la Luz de Dios, van a hacer la transición hacia el Nuevo Cielo y
la Nueva Tierra. Ellos se unirán como uno, en unión con mi Hijo, y ellos serán
resucitados en cuerpo y alma perfectos, como lo fue cuando mi Hijo
resucitó de entre los muertos. Este estado de perfección es el mayor/mejor regalo
de Dios y demuestra cuán misericordioso Él es. Esta es la salvación, que mi
Hijo prometió, cuando padeció Su Agonía en la Cruz. Y a causa de Su gran Amor
por la Humanidad, Él desea salvar cada una de las almas, y, especialmente, la
de aquellos que están perdidos para Él.
Doy ahora a todos vosotros un Regalo especial, bendecido por
mi Hijo, para que a todas las almas se les conceda inmunidad contra los fuegos
del infierno y sea concedida la salvación. Mi Hijo desea que cada alma sea
salvada, no importa cuán grave es su pecado. Pido que ahora empecéis la Novena
de la Salvación. Debéis empezar esto de inmediato y continuarla, mientras os
instruyo para el fin de los tiempos. Debéis recitar esta Oración por un total
de siete días consecutivos durante un mes calendario, comenzando los lunes, en
el horario de la mañana. Debéis recitarla tres veces durante cada uno de los
siete días, y en uno de estos días debéis ayunar. Para el ayuno se os pide
comer solo una comida principal durante el día y entonces solo pan y agua en
las otras dos comidas.
Esta es la oración debéis decir para cada uno de los siete
días.
Cruzada de Oración (130) Cruzada de Oración Novena de
Salvación:
Mi amada Madre de la Salvación, por favor obtén para todas
las almas, el Don de la Salvación Eterna a través de la Misericordia de tu
Hijo, Jesucristo.
Mediante tu intercesión, suplico que tú ores para liberar a
todas las almas que están en esclavitud por Satanás.
Por favor, pide a tu Hijo mostrar Misericordia y perdón para
aquellas almas, que Lo rechazan, que Lo lastiman con su indiferencia y que
adoran la doctrina falsa y dioses falsos.
Te imploramos Madre querida, que pidas por las Gracias para
abrir los corazones de las almas que más necesitan de tu ayuda. Amén.
Mi promesa para ayudar a mi Hijo, Jesucristo, en Su Plan
para la Humanidad es llamar a todos vosotros, que reconocéis mi labor como
Mediadora de Todas las Gracias y Coredentora, juntos, para que el mundo entero
pueda unirse como uno solo en unión con Jesucristo, vuestro Salvador y
Redentor.
Id en paz. Siempre voy a orar por vosotros queridos hijos y
siempre voy a responder a vuestro llamado para redimir a la Humanidad ante los
Ojos de Dios..
Vuestra Madre,
Madre de la Salvación