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domingo, 10 de noviembre de 2013

El Gran Día amanecerá y pronto el mundo sin fin comenzará

Sábado 26 de octubre de 2013 a las 11:15 hrs

Mi amadísima hija, la fe de todos los hijos de Dios, independientemente de a cuál denominación pertenecen, es tan débil que muchos de aquellos quienes conocen la Verdad, hallarán muy difícil practicar su religión abiertamente, sin crítica.

Tantos en el mundo me rechazan a Mí, Jesucristo, en este momento de la historia, que ya no es aceptable, en la mayoría de las naciones, hablar de Mí en público. Muy rara vez oirán Mi Nombre ser dicho en los medios de comunicación, a menos que sea para cuestionar Mi Existencia. Rara vez oirán a las personas proclamar abiertamente su amor por Mí en público, ya que lo hallarían demasiado embarazoso. Incluso aquellos siervos sagrados Míos ya no están dispuestos a declarar la Verdad por miedo al ridículo. Aquellos quienes sí me siguen hallarán cada vez más difícil proclamar Mi Santa Palabra. Tantos, quienes una vez me amaron, ya no lo hacen y Mi desolación y tristeza corta Mi Corazón, como si una espada fuera clavada a través de él.

¿Por qué, oh por qué, me han abandonado? ¿Por qué aquellos de ustedes quienes creen en Mí y quienes me conocen, hieren a tantos de sus hermanos y hermanas? ¿Por qué el odio prospera en sus corazones? ¿Por qué sienten la necesidad de cuestionar los Evangelios ahora, cuando han existido por tanto tiempo? ¿Quién les dio la autoridad de malinterpretar Mi Palabra dada a Mis apóstoles? ¿Por qué las están torciendo y por qué no creen lo que dije? Mi Palabra es muy clara. Cuando hablo, quiero decir lo que digo. Si digo una cosa, no quiero decir otra. ¿Por qué, por ejemplo, me contradiría a Mí Mismo y especialmente ahora en esta Misión?

Lo que es dado a los profetas de Dios es la Verdad. Cualquier cosa que contradice estos Mensajes, de las bocas de aquellos quienes afirman que Yo hablo con ellos, debe ser rechazada por ustedes. Yo nunca competiría con Mi Propia Voz, porque debo asegurarme de que a ustedes les sea dada la Verdad.

¿Qué debo hacer para hacerlos que escuchen? ¿Qué debo hacer para detener su deambular y búsqueda de otras formas de excitación? ¿Por qué no confiaránen Mí? Desperdician tan precioso tiempo buscando adivinación del futuro, el cual fluye como veneno de las bocas de los así llamados místicos y buscadores de sensación, que me insultan al alejarse de Mí. Yo estoy aquí. Estas son Mis Palabras. ¿Qué más buscan, ya que solo hallarán la Verdad de Mi Boca? Yo hablé la Verdad cuando caminé la Tierra. Dejé un legado de gran esperanza y salvación. Yo hablo la Verdad ahora, conforme les traigo Mis Palabras Finales, en este tiempo, porque el Gran Día amanecerá y pronto el mundo sin fin comenzará.

Cuando hablo, deseo que escuchen. No los puedo forzar. Pueden mirar por doquier y tratar de encontrar Mis Mensajes, dados para preparar al mundo para Mi Segunda Venida en este tiempo, y no los encontrarán. Mis Mensajes públicos para prepararlos para esta, la etapa final antes de que Mi Alianza sea cumplida, solo pueden ser hallados en el Libro de la Verdad.

La Palabra es Mía. Mis Palabras serán oídas en todas las naciones. Nadie me detendrá, ya que Mi Poder es Todopoderoso.

Su Jesús